La Fiscalía Anticorrupción sostuvo ayer, durante las conclusiones finales del juicio de la pieza separada del caso Malaya, que la cantante Isabel Pantoja permitió y ofreció sus sociedades para ocultar la procedencia de fondos supuestamente ilícitos del que fuera su pareja y exalcalde de Marbella, Julián Muñoz. Al respecto, el letrado de la acusación particular, en representación del Ayuntamiento de la localidad malagueña, apuntó que el exregidor «utilizó a la tonadillera y a su estructura societaria para, con su connivencia, esconder ese patrimonio oculto».
Para el Ministerio Público, el expolítico es «la piedra angular, el que orquesta, el que organiza y el que se vale de las demás personas que le han ayudado para ocultar esos bienes». En el mismo sentido se expresó el abogado del Consistorio, quien añadió que «solo a una actividad delictiva cabe imputar el incremento desmedido de la renta y esos medios de vida injustificados» del exregidor durante el tiempo que estuvo casado con Maite Zaldívar, también acusada.
Durante la exposición de su informe, la Fiscalía subrayó que en distintos hechos vistos en el juicio, como la compra del apartamento del hotel Guadalpín, de la casa en La Pera, y la adquisición de la ganadería, se han detectado «conductas que han permitido ocultar el dinero utilizado por Julián Muñoz para satisfacer pagos y, por tanto, conductas de blanqueo de capitales».
Así, en lo referente a la compra del apartamento por parte de una empresa de la cantante, la acusación pública considera que «se hizo con dinero del exalcalde, permitiendo y ofreciendo la artista sus sociedades para ocultar la procedencia de los fondos».
Sobre la casa Mi gitana en La Pera, el Ministerio Público explicó que se utilizó una operativa distinta para la compra, a través de un préstamo hipotecario, pero que supone, al fin y al cabo, «un acto de blanqueo, aunque con una forma más sofisticada».
La Fiscalía, que también se refirió a otros acusados, insistió en que ha modificado el escrito de conclusiones iniciales en cuanto a la continuidad delictiva solo para los procesados Fernando de Salinas y Benjamín Martínez, pero respecto a los otros acusados por blanqueo, como son Muñoz, Pantoja y los hermanos Zaldívar, la acusación se mantiene igual.
En esta sesión, también expuso su informe final la defensa del exregidor marbellí, que pidió la absolución de su cliente, tanto por el delito de cohecho como por el de blanqueo de capitales, por los que el Ministerio Público solicita siete años y medio de prisión.
El letrado aseguró que se han amplificado «las circunstancias adversas al reo» y se ha hecho «una imputación global, presumiendo desde el inicio el origen delictivo de los bienes», haciendo mención a las manifestaciones de la fiscal sobre que Muñoz hizo «del delito su profesión» y que «la corrupción ha sido su forma de vivir».
