Era su día, lo sabían y así lo disfrutaron. Al grito de «¡Madrid entera se siente ‘colchonera’!» miles de aficionados atléticos salieron ayer a las calles de la capital de España para celebrar el triunfo del equipo rojiblanco en la final de la Copa del Rey ante el eterno rival, el Real Madrid.
La hinchada del club del Manzanares tenía ganas de celebración y lo demostró al acompañar a la plantilla durante todo el recorrido por las distintas zonas de la ciudad. Pasadas las seis de la tarde, el autobús descapotable con todos los jugadores y el cuerpo técnico del Atlético de Madrid partió del Vicente Calderón donde ya esperaban miles de aficionados ‘colchoneros’ para recibir a sus ídolos, que iban ataviados con las camisetas conmemorativas, bufandas y banderas. Curiosamente, lo que no se vio en la celebración fue ni una gota de alcohol tras la polémica suscitada por la ‘rua’ del Barcelona del pasado lunes. Además, el primer equipo de fútbol del Atlético de Madrid no iba solo en el festejo, puesto que les acompañaban los jugadores de balonmano para celebrar también su título de Copa del Rey.
La primera parada del recorrido rojiblanco fue la sede de la Comunidad de Madrid donde el equipo de Simeone fue recibido por Ignacio González, presidente regional, y una gran marea ‘colchonera’ invadió la Puerta del Sol para ver a los campeones. «Habéis ganado este título demostrando que el Atlético es un equipo campeón. Este trofeo es fruto del espíritu que os infunde vuestro entrenador Diego Pablo Simeone. Un espíritu insaciable», indicó el dirigente popular.
‘Falcao, quédate’ se escuchó en la mítica plaza madrileña cuando los futbolistas se asomaron al balcón, donde el colombiano fue el más aclamado.
La siguiente estación de esta ruta era el Ayuntamiento, por lo que el autobús descapotable tuvo que pasar por La Cibeles, la diosa ‘merengue’, que aún estaba rodeada de las vallas colocadas por si el Madrid se proclamaba campeón. «El año que viene espero recibiros en esta casa, la de todos los madrileños, como campeones de Europa», enfatizó la alcaldesa, Ana Botella en el Consistorio.
La última parada de los rojiblancos y la más deseada era Neptuno donde miles de aficionados esperaban a los campeones al ritmo de un rojiblanco reconocido, el DJ Carlos Jean. Allí los jugadores fueron subiendo mientras la hinchada coreaba sus nombres. Tras dar una vuelta de honor con la Copa por la pasarela habilitada en la fuente, el capitán Gabi fue el encargado de coronar al Dios del mar y colocarle la bandera del Atlético.
Mourinho enfila sus últimos días al frente del Madrid.- El portugués José Mourinho enfila los que parecen sus últimos días como entrenador del Real Madrid envuelto por el ruido de sus propias palabras y los rumores sobre su más que probable salida del banquillo blanco.
Al club ‘merengue’ le quedan dos partidos para cerrar la temporada, ante la Real Sociedad y el Osasuna en una Liga en la que no se juega nada. Sin embargo, poco se hablará de sus rivales en las próximas dos semanas.
Los focos seguirán sobre el técnico luso, cuya figura se deterioró en los últimos meses y que el pasado viernes recibió un golpe casi definitivo: el Real Madrid perdió la final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu ante su eterno rival, el Atlético de Madrid, equipo contra el que no caía desde hace 14 años.
«Es la peor temporada de mi carrera. Nunca quedé sin ganar títulos importantes. Ni el Madrid ni yo nos alimentamos solo con una Supercopa de España», explicó haciendo balance de la campaña.
Después de dos años peleándose con árbitros, instituciones y equipos rivales, Mourinho afiló su mensaje esta temporada y dirigió sus ataques hacia su propia plantilla. Además, la final ante el Atlético fue un reflejo de la etapa del portugués en el club blanco: el luso fue expulsado por discutir con el árbitro, Pepe quedó fuera de la convocatoria y el partido terminó enmarañado en trifulcas en la zona técnica. Mientras el entrenador seguía los últimos minutos desde el vestuario, fue Casillas el que dio la charla antes de la prórroga.
Sin embargo, la realidad de un equipo de fútbol se mide con títulos. Y Mourinho estuvo lejos de lo que se esperaba de él cuando el Madrid pagó ocho millones de euros por sus servicios en 2010. Una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España en tres años parece un bagaje escaso en Concha Espina.
