Israel considera que Irán es «un peligro» para la seguridad no solo del Estado judío, sino de toda la comunidad internacional por su armamento atómico. Por eso, el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, y su titular de Defensa, Ehud Barak, están intentando conseguir el apoyo del Gobierno para bombardear el país árabe. Una acción para la que también reclamaron ayer la ayuda de otras naciones, entre las que se encuentra EEUU y que, previsiblemente, podría colaborar en esta tarea.
Ante este posible ataque a sus instalaciones nucleares, Teherán advirtió a Washington y a Tel Aviv de las graves consecuencias que supondría la ofensiva y aseguró que las fuerzas del país están preparadas para causarles «grandes daños».
El Ejército iraní está «listo para castigar a cualquiera que haga un movimiento en falso», subrayó el jefe de la Junta de Estado Mayor, el general Hasan Firuzabadi, quien también lanzó una advertencia sobre una presunta intervención en Siria por parte de los países aliados. «Pondría fin a la existencia de los norteamericanos y el régimen sionista», aseguró. «Todos los musulmanes del mundo se levantarían contra ellos y no quedaría nada de EEUU ni de Israel», agregó.
Mientras, la opinión pública hebrea está dividida sobre la conveniencia de que su país bombardee Irán, con un 41 por ciento a favor, un 39 por ciento en contra y un 20 por ciento de indecisos, según un sondeo.
En lo que no hay fracciones es en la decisión de Netanyahu de dejar de financiar a la Unesco por la decisión de este organismo de permitir que Palestina se convierta en un miembro de pleno derecho de la agencia de la ONU.
El Ejecutivo hebreo manifestó que la admisión reducirá las posibilidades de que israelíes y palestinos alcancen un acuerdo de paz y que, por ello, Tel Aviv va a dejar de pagar los dos millones de dólares (1,4 millones de euros) que aportaba cada año a la institución. Estados Unidos tomó la misma medida poco después de que se realizase la votación del lunes pasado.
Por otro lado, dos agricultores murieron en un bombardeo judío en Gaza dirigido contra un grupo de milicianos que había abierto fuego contra soldados israelíes.
Los civiles estaban trabajando en Beit Lahya, en el norte de la franja, cuando fueron alcanzados por un proyectil lanzado por la aviación militar hebrea.
Es el primer incidente con víctimas mortales tras la relativa calma registrada en la zona desde el pasado lunes, después de una escalada de tensión entre ambos territorios.
