La altura del río Danubio a su paso por Budapest alcanzó ayer un nivel de 8,8 metros, 24 centímetros más que el pasado sábado, pero aún por debajo de los 9,3 metros que las autoridades consideran peligroso. Se espera que ese límite no sea excedido cuando el río suba hoy hasta un tope de nueve metros en la capital, en la que ya han tenido que ser evacuadas 215 personas. «Todos deberemos hacer un esfuerzo», aseguró el primer ministro Viktor Orbán.
De esta forma, el Parlamento húngaro prolongó el estado de emergencia en las zonas afectadas por las inundaciones, cuyo caudal ha alcanzado máximos históricos. Por ello, tendrá que pasar una semana para que el nivel de las aguas recupere su estado normal, aunque las autoridades confían en los muros de protección.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, István Tarlós, afirmó que «es muy improbable» que se tenga que evacuar a mucha gente en la ciudad, aunque indicó que «se está preparado para lo peor en el caso de que haya que desalojar a 55.000 personas si las barreras se rompen en el barrio de Csillaghegy».
Las cifras actualizadas de atendidos hablan de 1.200 personas en todo el país, sin que se haya informado aún de muertos, heridos o desaparecidos. Además, se limitó el tráfico en varias carreteras, especialmente en las provincias cercanas al Danubio, que es más azul que nunca.
Aunque en las zonas más próximas a Austria el río ya decrece, aun así se sitúa en alturas extremas. Lo cierto es que cuando baje, llegará una plaga de mosquitos.
Por si esto fuera poco, Alemania procedió a organizar la evacuación de decenas de miles de ciudadanos en las cuencas este y norte del país, donde la crecida del Elba adoptó dimensiones mayores de lo estimado hasta cercar varias localidades.
La situación en Magdeburgo, en el este, se tornó dramática desde la madrugada de ayer, al resultar insuficientes varios de los diques reforzados durante los días pasados con sacos de arena, de modo que las aguas anegaron ya algunos distritos de la ciudad.
Los desbordamientos dejaron las zonas periféricas a merced de las corrientes, mientras se espera que, en las próximas horas, los niveles del río lleguen a los 7,5 metros. Así, unos 3.000 ciudadanos fueron evacuados ya ayer en dicha localidad, a lo que se suman los 10.000 de Bitterfeld.
La situación es parecida en Barby, Lauenburg y otras poblaciones de la región. Por ello, decenas de miles de voluntarios trabajan, desde el pasado jueves, acumulando sacos de arena junto a las márgenes o tratando de contener las aguas en otros puntos donde éstos ya cedieron.
Por otro lado, en Navarra, la altura del Arga que se registró ayer a su paso por Villava fue superior a la del pasado 15 de enero. En esa localidad tuvieron que rescatar con helicóptero a un operario que se quedó atrapado unas horas.
