El París Saint-Germain sufrió ayer mucho más de lo esperado para apear al Valencia y clasificarse para los cuartos de la Champions.
El equipo español asumió desde el comienzo su papel, el de un equipo obligado a buscar el ataque y el peso del encuentro. Por contra, el cuadro local renunció a tener el balón. Más que eso, se dedicó a que pasaran los minutos.
Sin embargo, los hombres de Valverde atacaron más convicción que claridad. Les faltó mezclar el juego por las dos bandas, pero es cierto que llevaron el peso del encuentro. Su primera llegada clara fue a los 15 minutos, con una combinación entre Jonas y Roberto Soldado que finalizó con un deficiente disparo de éste. Y en el tramo final Jonas volvió a probar con un disparo al que respondió el arquero Sirigu.
Valverde introdujo un cambio ofensivo al inicio de la segunda parte al quitar a Albelda para poner a Banega. Con eso, el Valencia elevó un poco más su presión.
Y el Parque de los Príncipes comenzó a tener sudores fríos a los 55 minutos con el gol del Valencia. El equipo francés perdió un balón en zona peligrosa, Jonas encaró y lanzó un misil desde la frontal del área que entró junto al palo.
Ancelotti comprendió entonces que estaba jugando con fuego y puso a Gameiro, un delantero, para intentar encontrar en algún momento alguna referencia ofensiva. Pero fue el propio rival el que acudió al rescate del PSG. Y más concretamente Dani Parejo, quien se relajó como suele hacer y perdió un balón absurdo, ofreciendo en bandeja el contraataque al conjunto francés. El argentino Ezequiel Lavezzi marcó con fortuna.
El escenario del partido no varió sustancialmente porque el Valencia siguió demostrando personalidad y ambición. Valverde añadió más pólvora al ataque con la entrada de Valdez para jugar con tres delanteros.
Al final, el conjunto español murió en el area gala, aunque se quedó sin premio.
Otro resultado
Juventus-Celtic Glasgow 2-0
