«Nunca he recibido ni he tenido conocimiento de la existencia de donaciones en efectivo por encima del límite legal destinadas a mi partido. Ni llevaba ni llevo ni llevaré la gestión directa de los ingresos, gastos ni de las donaciones». Estas palabras tan contundentes fueron utilizadas el pasado mes de agosto por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, al declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz por el caso Bárcenas, al tiempo que confesó conocer «por el presidente» y «ocho meses después» la reunión entre el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el extesorero en la que se pactó la salida de este último de la formación.
Según la transcripción del testimonio que prestó el pasado 14 de agosto en el marco de la causa en la que se investiga la supuesta contabilidad B del PP, la presidenta de Castilla-La Mancha concretó que en ese encuentro, que se celebró en marzo de 2010 en el despacho del dirigente gallego, y en el que también participaron el exsecretario general Javier Arenas y la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, se trataron «las condiciones del cese» del exsenador y las que se le impusieron para «dejar su puesto de tesorero».
No obstante, la número dos del grupo conservador reconoció que tuvo «conocimiento inmediato» de que la formación iba a asumir el pago de los honorarios a los abogados de Bárcenas, Miguel Bajo y Alfonso Trallero. «Bueno, inmediato no, pero no sé si al mes o a los dos meses, o a los 15 días».
Sobre si daba el visto bueno a estos pagos, apuntó que ella «no tenía que firmar nada». «Yo cuando llegaron, a lo que me limité, o lo que hice, fue cuando llegó una factura, una cantidad, pedí que se hiciera una minuta por parte del abogado para saber efectivamente que se estaba pagando por unos servicios profesionales, y cuando ésta llegó, se la trasladé a la tesorera del partido y se pagó», apuntó para negar que, como sostuvo el onubense, el presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, tratara de entregarle una donación de 300.000 euros para la campaña electoral de 2011.
También comentó la madrileña que Génova tardó dos meses en revocar los poderes que Bárcenas tenía como responsable de la Tesorería. Sobre si trató o no con éste, aseguró que fue en una ocasión; para pedirle que dejara el partido.
Por otra parte, la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, afirmó al salir de la prisión de Soto del Real, tras ver a su marido, que no tiene «ni idea» sobre si Cospedal participó en la negociación del finiquito de éste.
