El anuncio de la Concejalía de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de impulsar un plan de incentivos fiscales para favorecer la implantación de nuevas empresas ha sido acogido con agrado, y hasta con alivio, por el PP. No en vano, la aplicación de bonificaciones para aliviar la carga fiscal de empresas y familias ha sido uno de los caballos de batalla de los populares, aunque sin ningún éxito. En los dos últimos ejercicios, los populares presentaron una batería de propuestas para la reducción de diferentes tasas e impuestos, en el convencimiento de que donde mejor está el dinero es en el bolsillo de los segovianos y que todo incremento de la presión fiscal, por moderada que sea, siempre perjudica a las familias, al tejido empresarial y a la creación de empresas.
Lo cierto es que la propuesta del Gobierno socialista propone bonificaciones en impuestos como el IAE, el ICIO y el IBI pretende contribuir a la incorporación al trabajo autónomo de los desempleados, además de facilitar el asentamiento de empresas y la creación de empleo estable. El propósito de los socialistas en alcanzar el consenso con PSOE e IU e introducir las medidas de reducción fiscal en las ordenanzas fiscales de 2014.
El viceportavoz municipal del PP, Juan Antonio Folgado, tendió la mano al acuerdo, que según confesó «no sería muy difícil», en el argumento de que «muchas de las propuestas que hace el gobierno socialista están tomadas de las propuestas que hizo el PP» para las ordenanzas de 2011 y 2011 y que fueron desestimadas por el Gobierno municipal. A su juicio, las medidas de incentivos fiscales propuesta por el Gobierno Arahuetes «no supone ninguna novedad, porque supone aplicar con retraso una iniciativa que puso sobre la mesa el PP«.
Los populares presentaron en octubre de 2011 una batería de medidas fiscales, como bonificaciones en el pago tributario para empresas y familias en impuestos como el IBI, el IAE o el ICIO, de entre el 50 y el 95%. Entonces, los socialistas apuntaron que sus propuestas eran «peregrinas y hasta peligrosas». Al año siguiente, según recordó ayer Folgado, los populares volvieron a presentar otro paquete de medidas para aminorar la presión fiscal. Los populares plantearon, por ejemplo, establecer en la ordenanza fiscal del IAE la siguiente bonificación de hasta el 50% de la cuota correspondiente, para quienes inicien el ejercicio de cualquier actividad empresarial nueva y las que se instalen procedentes de otras provincias; siempre que tributen por cuota municipal, durante los tres años de actividad siguientes a la conclusión del segundo período impositivo de desarrollo de aquella. El PP propuso, por ejemplo, bonificaciones de hasta el 50% en las tasas de licencias urbanísticas y en materia de prevención ambiental para las empresas de nueva creación. El equipo de Gobierno volvió a tumbar esta propuesta, en el argumento de que, según el cálculo de los socialistas, de aplicar las medidas fiscales que proponía el PP, entre ellas la congelación de la tasa de agua, la recaudación había bajado en unos 2,5 millones de euros.
Folgado aplaudió el propósito del Gobierno local de alcanzar un consenso en torno a este plan de incentivos fiscales, si bien lamentó que la propuesta fuera trasladada antes a los medios de comunicación que al principal partido de la oposición.
Por otra parte, también señaló que en varias ocasiones ha sugerido en varios debates plenarios la conveniencia de aplicar medidas para rebajar la presión fiscal y dinamizar la economía. Folgado recordó que el PP apoyó una moción del PSOE para rechazar el recargo adicional del IBI impuesto por el Gobierno, una cantidad, en torno al medio millón de euros, que los populares plantearon, sin éxito, que se dedicara a una rebaja finalista de impuestos para la creación de empleo.
«Habrá que analizar la propuesta, aunque coinciden algunas propuestas con las que hicimos nosotros, no veo difícil que podamos llegar a un acuerdo en beneficio de los segovianos», agregó.
