Los hermanos Carlos y Dioni Manso Cabrero regentan uno de los establecimientos hosteleros más populares de un barrio residencial madrileño como es Aluche.
El bar Acueducto constituye un local modesto, pero entrañable; donde los recién llegados a la capital madrileña encuentran su refugio. Es una zona residencial, donde se instalaron y continúan llegando personas procedentes de zonas como Segovia o Ávila. Por ello, los dueños entienden a quienes entran por primera vez al establecimiento.
Y una vez asentados, el bar se convierte en un sitio de cita obligada para paisanos. El Acueducto expresa por sí solo el origen de sus responsables.
Procedentes de Balisa, núcleo perteneciente a Santa María la Real de Nieva, los hermanos Manso recalaron en Madrid hace 52 años. “Éramos nueve hermanos y comprobamos que allí había poco futuro”, relata Dioni. No olvida de su infancia su labor de ayuda a su padre vendiendo pescado por la zona. “Iba en bicicleta por Villoslada, Hoyuelos…”. “Yo no sabía contar, y por eso llevaba las piezas señaladas para identificar su valor: una merluza con la oreja cortada, cuatro pesetas; a otra le quitaba un ojo, y ya sabía que valía otro precio; y así”, cuenta. Pero los esfuerzos no fueron suficientes. La vida no era fácil en Balisa y la familia se trasladó a Madrid, a la zona de San Francisco, uno de los barrios más castizos de la capital. Encontraron un negocio en alquiler, con el nombre de bar Montalvo. Allí permanecieron ocho años. “La adaptación no fue sencilla, especialmente para mis hermanos mayores”, relata Dioni.
Con el crecimiento progresivo de Madrid debido a la llegada de nuevos inmigrantes desde todas las provincias y zonas rurales, se amplió la zona urbana. Era el año 1968, cuando encontraron la posibilidad de hacerse con un local en propiedad en el barrio de Aluche. Era el destino de gran parte de segovianos y abulenses.
Así se asentaron en la calle Camarena, el eje central del barrio. “No tuvimos duda en elegir el nombre que nos identificara”, explican los hermanos, que lucen junto al nombre del Acueducto una imagen del puente romano. Algunos de los hermanos se buscaron otros destinos. Hoy están al cargo del negocio el sexto y el noveno de los hermanos.
En los primeros años, el trabajo era duro, “pero veníamos curtidos del pueblo”. “Hemos estado mucho tiempo trabajando durante muchas horas y todos los días, madrugando para comprar en el mercado de madrugada y conseguir productos frescos”, relata. Ahora, con la crisis, reconoce que tienen menos actividad. Pero conservan precios económicos para sus menús diarios, pensados en los clientes, tanto recién llegados como los que siguen teniendo al Acueducto como su casa de toda la vida.
A FONDO:
Un paraje de la provincia de Segovia:
Balisa
Un lugar de Madrid:
Barrio de Aluche
Un plato preferido:
Cochinillo
Una bebida:
Cerveza
Una afición o deporte:
Ciclismo
Una película:
Cualquiera de Paco Martínez Soria
Una canción:
Jota segoviana
Un lugar al que viajar:
Roma