Ajeno a las críticas que le llegan desde distintos estamentos, la maquinaria de Diego Torres trabaja a máxima potencia, esparciendo correos electrónicos con los que intenta desprestigiar a su exsocio, Iñaki Urdangarín, e implicar al mismísimo Rey en las irregularidades del Instituto Nóos.
Así, algunos diarios nacionales, y lo que es peor para la imagen de España, los extranjeros, no dejan de publicar mails, que bien pueden venir de los casi 200 que le entregó el antiguo profesor de Esade al juez Castro o incluso de otros filtrados deliberadamente a determinados medios, que hacen su agosto en pleno mes de febrero.
Así, en uno de ellos, se puede ver que el Duque de Palma y el ministro de Educación, José Ignacio Wert, mantuvieron contactos entre septiembre y octubre de 2004 de cara a abordar determinados proyectos empresariales. En aquel momento, el dirigente popular era director de Relaciones Corporativas del BBVA. «Si no recuerdo mal y los datos no me fallan, habíamos planteado la posibilidad de vernos la semana que viene», le comentaba el exbalonmanista. Luego llegaron más misivas, aumentando la confianza entre ambos. Si se leen atentamente, no cabe sospecha alguna, ya que lo único que se advierte es que se llegó a concretar una reunión, que había una relación cordial entre ambos y que el Duque tenía en muy alta estima al ministro, al que no dejó de agasajar tras la cita que se celebró entre el equipo de éste y Torres.
Lo mismo se podría decir de otros mails que se están difundiendo, alcanzando mayor polémica los que hablan de que Don Juan Carlos podía estar al tanto de los negocios de su yerno e incluso colaborando en los mismos. Eso sí, no hay correo alguno del Monarca. En este punto, cabe preguntarse si Urdangarín realmente iba de farol para impresionar a sus víctimas, ya que hasta en las cartas de presentación del Instituto Nóos aparecían falsedades en los cargos, como en el caso de Carlos García Revenga, mero consejero de las Infantas que aparecía como asesor de la Casa Real.
Lo que resulta evidente es que el juez Castro se ha cansado de las bombas de Torres, por lo que ayer acordó mediante una providencia que sea transcrita la declaración de éste del pasado sábado para que Urdangarín y su abogado tengan acceso íntegro a la misma y, sobre todo, a los correos electrónicos que aportó, así como documentación anexa.
Entre los papeles que podrá revisar el letrado Pascual Vices figura la fluida correspondencia entre una persona del entorno de amistades del Rey, la princesa Corinna, y Urdangarín. Al parecer, la noble alemana intentó que el Duque ganara 250.000 euros al año en la Fundación Laureus. Pero todo esto debe ser comprobado, y de ser cierto, tampoco es un delito…
Mientras, el vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, consideró «muy aleatorio» el «grado de credibilidad» de Diego Torres porque, en función de lo que dice, unas veces se le ve como «el Oráculo de Delfos» y otras como «el ser más reprobable del mundo». «Cuando dice unas cosas no es creíble y cuando dice otras, sí», criticó.
Grau realizó estas declaraciones a propósito de las informaciones que apuntan que Urdangarín y su exsocio negociaron en La Zarzuela la celebración del foro deportivo Valencia Summit, en una reunión celebrada en 2004 a la que, de acuerdo con el testimonio del menorquín, habrían asistido el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de la Ciudad del Turia, Rita Barberá. «Hasta donde yo sé, esa comida no se produjo», zanjó.
Por otra parte, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, aconsejó a la Casa Real que, «cuanto menos se pronuncie, mejor».
