El segoviano barrio de San Lorenzo convocó su anual festejo taurino con miras a conformar un buen espectáculo en base a una coherente elección de ganado y toreros. El cartel primitivo contaba con la presencia de Víctor Puerto quién no acudió a la cita, ocupando su lugar el también matador de toros Pablo Lechuga.
La plaza registró media entrada en tarde de sofocante calor, paliado por el ánimo alegre de las peñas y claro está, por líquidos elementos de diferente matiz. Presidió Pedro Velasco bien con un pero: negó la oreja a Lechuga en un agravio comparativo respecto a la concesión de trofeos a los demás actuantes. La reina de las fiestas y damas de honor y el rey de las mismas presenciaron el festejo desde el balconcillo presidencial.
Se lidiaron novillos erales, algunos adelantados, de San Pelayo, procedencia Murube-Urquijo, correctos de presentación y de buen juego, en especial el cuarto ovacionado en el arrastre.
RUBEN SANCHEZ
El rejoneador alcarreño tiene argumentos sólidos en que basar su toreo a caballo. Monta fácil, mide las galopadas, clava al quiebro siempre a una mano, pero en ese punto es donde merma su potencial. Siete rehiletes repitiendo la ejecución sin salirse del guión establecido. Excelente el primer palitroque, de sencilla ejecución los demás con inclusión de dos cortos y la rosa. Rejón de muerte y una oreja.
RAFAEL DE JULIA
Tiene el toreo metido en la mente y en los sentimientos. Cinco lances sueltos con media. Doblones por bajo y muletazos por alto. Centrado, concienciado, seguro y firme desarrolló un toreo de alto nivel, de calidad suprema con muletazos en redondo y naturales sobrios por lo tangente y de elegante porte en figura y templanza. Tandas que se jalean en un magnífico bagaje que pasó a superior nivel al interpretar el toreo al natural. Fluyen los pases entre olés. Vibra el ámbito con emoción e incrementa la dosis al retornar a la mano diestra. Arte puro. Estocada entera y tendida con tres golpes de verduguillo. Oreja.
PABLO LECHUGA
Qué buen torero es este madrileño que tuvo momentos de gloria siendo novillero, como ganar el Zapato de Oro de Arnedo y actuaciones muy brillantes en Las Ventas. Pasó al escalafón superior y ahora le cuesta cumplir contratos. Tiene cuatro corridas de toros para este mes, alguna como Cenicientos, con ello les doy a entender cuestiones inherentes al caso y situación. Pues Pablo Lechuga toreó excelsamente en el barrio de San Lorenzo. Abierto el compás lances a la verónica que se jalean. Doblones genuflexo para pasar al toreo fundamental dando el pecho, adelantado el engaño y templando primorosamente. En el platillo desgranó muletazos de calidad por ambos pitones con correcta compostura y ortodoxia. Estocada caída y contraria, petición y oreja denegada por la presidencia que escuchó protestas del respetable.
CURRO DE LA CASA
El novillero del festejo que cambió el turno de actuación por una indisposición de Angel Puerta que lo hizo en último lugar. Capotazos sin más. Se dobla, se distancia y comienza un buen repertorio de toreo en redondo algo acelerado al principio. Se centra, muestra valor sereno, gallardía y buenos conceptos. El público se le entrega con ardor. Toreo pleno de cadencia en determinadas fases, en otras le faltó ritmo. Asentada la figura fue acrecentando su tauromaquia hacia la cumbre del toreo de puro clasicismo. Tiene algo especial este valor en ciernes como demostró en plazas tales como Las Ventas. Un hermoso circular cerró la faena con vitola de calidad. Estocada, dos orejas y salida en hombros.
ANGEL PUERTA
Se sintió indispuesto en el callejón y dejó correr el turno al novillero, mientras el extremeño era observado médicamente en la UCI. Retornó al inmueble taurino para cumplir su particular actuación, que fue brillante y digna de un recién alternativado, ya que Angel Puerta se doctoró matador de toros la víspera en Puerto de Santa María de manos de El Cid con Jiménez Fuertes de testigo, toros de Buenavista. Cortó una oreja en el toro de su alternativa y ovacionado en el otro. Ayer refrendó su excelente condición de torero de gusto exquisito comenzando con cuatro verónicas, dos por cada pitón y media superior. Con la flámula trasteo con gusto para asentar las bases del toreo de clase extra donde se dieron cita los conceptos puristas con la técnica bien aplicada. Al natural más reposado, con flujo y estética, con primorosa prestancia en un compendio de faena bien ejecutada en lo fundamental. Estatuarios, pinchazo y estocada al encuentro. Oreja.
