La Gimnástica Segoviana comenzó el mes de marzo tan bien como terminó el de febrero, ganando primero al Santa Marta y después al Cristo Atlético y demostrando que es merecedora de llevar los galones que aporta el ser, en estos momentos, el segundo mejor equipo del Grupo VIII.
Los gimnásticos han ejercido de favoritos frente a equipos de la zona baja de la tabla, a pesar de contar con varias bajas, y lo han hecho con éxito, resarciéndose de su anterior derrota en tierras abulenses.
Pues bien, después de pasar con buena nota los exámenes ante los salmantinos y los palentinos, a los hombres de Paco Maroto ahora les toca afrontar el resto de una intensa ‘cuesta de marzo’ en la que se verán las caras –por este orden– con el octavo, el quinto y el líder, para cerrar el mes contra el decimosegundo clasificado.
Así pues, en estos cuatro de los once partidos que restan para el final de la temporada la Gimnástica Segoviana se juega una buena parte de sus opciones para mantenerse, no solo dentro de los puestos de play off –ahora se encuentran a ocho puntos del quinto–, sino también para optar a terminar la Liga lo más arriba posible, mucho más cuando todavía mantienen intactas sus opciones para alcanzar el liderato, que se halla solo a cinco puntos y habiendo jugado un partido menos que el Burgos.
Sin ir más lejos, mañana miércoles se disputa en La Albuera el encuentro aplazado ante el Huracán Z que, en caso de triunfo, dejaría a los azulgrana a solo dos puntos de la cabeza del grupo.
Y para acabar esta semana, el domingo en casa la Segoviana recibe a la Arandina, en un encuentro vital para poner aún más tierra de por medio con respecto a la quinta posición y visitar El Plantío el próximo día 20 con fuerzas para repetir el buen resultado de la primera vuelta y traerse los tres puntos de Burgos. Finalmente, el último fin de semana llega a Segovia el siempre complicado filial del Numancia.
Así pues, tres partidos de local y uno de visitante. Ni que decir tiene que el campo de La Albuera tiene que ser, en lo que queda de marzo, un fortín inexpugnable, para recibir abril sin sobresaltos.
