Cuando Josefina García accedió al Ayuntamiento hace tres años su ilusión era mayúscula. En el pleno que dio inicio al octavo periodo municipal, en el de investidura del alcalde, Pedro Arahuetes, el 16 de junio de 2007, García integró la Mesa encargada de tutelar el acto y se convirtió, sin quererlo, en protagonista. García, con el micrófono como aliado, hizo gala de su innegable don de gentes y su dominio de los medios para aportar al acto un tono que en ocasiones recordaba aquellos amables magacines radiofónicos que le hicieron popular en toda España. Y fue la propia García quien entregó el bastón de mando a Arahuetes.
Entonces la concejala del PP no podía imaginar que, tres años después, se vería forzada a abandonar el Ayuntamiento, a su pesar, profundamente decepcionada con la gestión realizada por la portavoz del grupo popular y senadora Beatriz Escudero.
Tras una breve conversación con el presidente del PP, Francisco Vázquez, en la sede del PP, García registró ayer, sobre las 13,30 horas, su renuncia al acta de concejal, que el pleno del Ayuntamiento de Segovia aceptará en su próxima sesión, prevista para finales de este mes.
García optó ayer por desconectar el teléfono y huir de los focos de los medios de comunicación; y se limitó a apuntar, a quienes le preguntaron, tras conocer la renuncia, que su marcha obedecía a “motivos personales”.
Pero lo cierto es que la decisión de abandonar el grupo municipal fue madurada hace ya tiempo. A principios de septiembre, EL ADELANTADO, ya avanzó que García podría abandonar el grupo municipal, tras la salida de cuatro de sus compañeros de grupo —Elena García, César Martín, María José Uñón y Mercedes Álvarez Campana—, por sus serias discrepancias con la gestión de Escudero. García fue la única en las filas del PP que, en el pleno de agosto, expresó su apoyo, con aplausos, a los cuatro concejales expulsados por Escudero, cuando éstos abandonaron la cámara tras oficializar su renuncia.
Como se recordará, la portavoz municipal del PP, apartó el 5 de julio del grupo popular a tres concejales —Elena García Gil, César Martín y Mercedes Álvarez Campana—. La senadora tomó la decisión al sospechar que entre estos tres ediles estaban los dos que rompieron la disciplina de voto en el pleno anterior, en una votación secreta de una moción que presentó el grupo popular. Se trataba de una iniciativa para exigir al concejal socialista Javier Arranz que devolviera su acta de concejal por el escándalo el CD que incluía una canción con insultos al Rey. Hubo dos votos en blanco y Escudero decidió relegar de sus funciones a los tres ediles, hecho que ellos siempre negaron. Finalmente presentaron su renuncia al acta de concejal; una decisión a la que se unió María José Uñón, en solidaridad con sus compañeros.
García no dimitió entonces porque sus tres compañeros no le avisaron de que iban a abandonar el escaño. La periodista estaba dolida por la ‘injusticia’ que había cometido Escudero con sus compañeros. Pero, sobre todo, porque la portavoz le obligó a asistir al pleno y , pese que así se lo rogó, le impidió abandonar la cámara en la votación de la moción que exigía el cese de Arranz, con quien le unen lazos familiares.
García no podía entender que su jefa de grupo no le permitiera, —como así ha ocurrido en otros casos similares en el Ayuntamiento— inhibirse en la votación de un asunto que le afectaba personalmente. Escudero no dudó de que García habia votado a favor de la moción del PP en contra de Arranz, y, por este motivo, no la incluyó entre los ediles sospechosos de romper la disciplina de voto y a los que finalmente apartó.
El asunto dejó tocado a la periodista radiofónica, que ya entonces sentía un profundo distanciamiento con Escudero, que, casi desde el principio de la legislatura, redujo su confianza en dos ediles —Miguel Ángel Antona y Susana Moreno—, relegando al resto a un segundo plano; un trabajo no reconocido que fue el motivo de la renuncia de Javier Jiménez Arribas, en marzo de 2009.
Según fuentes del PP consultadas por este diario, García había comentado a sus más íntimos que esperaba que el PP nombrase oficialmente a Escudero como la próxima candidata de los populares a la Alcaldía para presentar su renuncia. El nombramiento se ha ido posponiendo a la espera de las instrucciones de Génova. Es posible que Rajoy confirme a Escudero a principios de diciembre, en la convención que el PP celebrará en Segovia para nombrar a sus candidatos a las Autonómicas.
Pero García no ha querido esperar más. Y ayer renunció.
