El Unami Venta Magullo tiene en sus manos la Primera División Nacional femenina. El conjunto de Esther Muñiz puede convertirse en campeón de la categoría este sábado si supera al segundo clasificado, la Universidad de Salamanca. El partido tiene como escenario el Emperador Teodosio a partir de las 20.00 horas.
Quedan tres jornadas para que la competición liguera toque su fin y el equipo segoviano -con 18 victorias y una sola derrota- puede cerrar su pasaporte para disputar la fase final con destino a Liga 2 antes de tiempo. Para ello, se espera que el pabellón se convierta en un fortín y repita el lleno del pasado fin de semana para llevar en volandas a las jugadoras hacia el triunfo.
“Va a ser un encuentro muy complicado. Llevan toda la temporada arriba de la tabla y es por méritos propios”, comenta Muñiz sobre el plantel salmantino. Para la ocasión, el Unami cuenta con la convocatoria de sus ocho integrantes del primer equipo y dos junior. El duelo de la primera vuelta entre ambas plantillas se saldó con el igualado resultado de 57-60 a favor del Venta Magullo. El antecedente y la situación que define el enfrentamiento hace que el choque tome tintes de altos vuelos.
“No es una final, pero para nosotros es como si lo fuera”, subraya la entrenadora. “Va a ser un día especial. Sabemos que si ganamos somos campeonas de liga y queremos que sea nuestra forma de agradecer todo el apoyo que la afición nos ha brindado a lo largo de la campaña”.
El camino hasta llegar a la posición que ostentan no ha sido un camino de flores. “Todavía tengo en la retina los cuatro partidos que perdimos en pretemporada. Hemos sabido reponernos y dominar la competición”, reconoce.
MÁS DE 150 SOCIOS Para plantar cara a los gastos que supone jugar los cruces finales, el cuerpo técnico y las propias jugadoras han desarrollado una iniciativa para captar recursos. Así, han puesto en marcha unos carnets de socio-colaboradores, que ya lleva más de 150 adquisiciones y las solicitudes continúan llegando, según explica Muñiz: “Nos hemos echado a la calle. La gente se ha volcado con nosotros y nos han pedido otros 50 más”.
Además, algunas entidades privadas no han dudado en colaborar con su lucha: “Cuatro empresas nos están ayudando económicamente y tenemos la palabra de otras tres”.
