Cuarenta años en Caja Segovia. A Malaquías del Pozo le hubiera gustado dejar la entidad en diciembre, pero Bankia decidió que se prejubilara hace unas semanas. Se le nota preocupado por el rumbo que ha tomado `su casa´ en este último año. No obstante, confía en el nuevo consejo y en su presidente, Rafael Encinas. Espera que sus gestiones lleguen a buen puerto y sean capaces de liberar el Torreón de Lozoya de su hipoteca, mientras se muestra dispuesto a ayudar en lo que necesiten para que continúe la Obra Social.
¿Cómo lleva la prejubilación?
Estoy intentando adaptarme. Es un cambio, y como todos los cambios requieren de un tiempo y un aprendizaje, y seguro que estaré más feliz dentro de algún tiempo.
El 18 de septiembre se cumplieron cuarenta años desde mi entrada en Caja Segovia. Toda mi vida laboral se ha desarrollado aquí, salvo un breve paso por Telefónica.
¿Cómo ve a Segovia, ha evolucionado para bien?
En la situación de crisis que existe, y con las circunstancias que concurren en la economía mundial y en España en concreto, es difícil analizarlo con una perspectiva de objetividad, pero si nos remontamos a unos años atrás, es verdad que la evolución que ha tenido Segovia ha sido una evolución enorme, de crecimiento en todos los ámbitos: económico, cultural, deportivo, asistencial, etc., que han hecho a Segovia una provincia con un cartel excepcional. Ha tenido mucho que ver la mejora de las comunicaciones, que nos han dado cercanía a los mercados de Madrid y Valladolid.
¿Cree que saldremos de esta recesión?
Siempre se sale de las crisis. El problema es a qué coste, y en qué tiempo. Soy bastante pesimista en la duración, porque se está atajando de un modo muy decidido, porque las órdenes nos vienen de Europa, del Banco Central Europeo y de la señora Merkel, y son de acabar con el déficit. Y solo manejar esa variable va a producir crispación, y decepción, y no creo que haya un país que pueda aguantarlo mucho tiempo. Hay que reducir el déficit evidentemente, pero más lentamente. Hay que permitir que haya inversión, haya gasto, con una inflación controlada, pues así se generarán puestos de trabajo, porque sin puestos de trabajo será muy difícil salir.
Merkel, que manda mucho, está tomando medidas que le favorecen principalmente a Alemania, Alemania y a Alemania, y los demás países bailamos al son que tocan. ¿Cómo vamos a competir con Alemania cuando está comprando dinero y además de no pagar, le dan dinero por tenerlo, y nosotros con la prima de riesgo estamos pagando un 6%? (…).
En principio iba a permanecer hasta final de año en la Caja, pero hará un mes le comunican que debe dejar la entidad
Hace dos años elegí voluntariamente marcharme el 31 de diciembre de 2012, que era la fecha máxima que permitía el convenio de integración. Sorpresivamente, en agosto recibí una llamada para hablar con el director de recursos humanos del Banco Financiero-Bankia y me trasladó el deseo de que a partir del 31 de agosto abandonara Bankia y dejara la actividad financiera. Me produjo una decepción, pues yo quería haber terminado mi carrera profesional en el tiempo que me había marcado; pero, bueno, en estos meses estoy haciendo otras cosas, e intentando llevarlo lo mejor posible.
¿Cómo ve el futuro de Bankia?
Se han producido muchos acontecimientos en muy poco tiempo, que es la variable que ha destruido muchas cosas. Bankia tiene un problema, como el resto de las entidades financieras, y es que necesita capitalización. Si en vez de hablar tanto, hubiéramos hecho algo más, hoy tendríamos menos problemas. Llevamos mareando la perdiz sobre la necesidad de dotar de capital a las entidades financieras ni se sabe la de meses. Los demás países tomaron una serie de medidas hace dos años para capitalizarlos; algunos estaban en una situación de quiebra. En estos momentos, esas entidades financieras están en beneficios y están devolviendo el dinero a sus estados. El tiempo corre en contra nuestra. Cuanto más tiempo se tarde en capitalizar a las entidades financieras, más tiempo va a tardar en aflorar el crédito y la liquidez a los mercados, y esto va en detrimento de quien más necesita ese crédito: las empresas, las pymes y el comercio. Cuando Bankia esté capitalizada, se va a poner en una dimensión que va a producir no solo solvencia y eficiencia, sino rentabilidad. (…)
¿Cree que fue erróneo incorporarnos al proyecto de fusión liderado por Caja Madrid, y hubiera sido mejor apostar por la constitución de una caja regional?
No hay ninguna duda que en estos momentos viendo donde estamos cualquier decisión hubiera sido mejor que la que tomamos, pero hay que circunscribirnos a la época en la que se tomó la decisión, que era la mejor en base a la información de que se disponía. Si hubiéramos sabido lo que iba a pasar, estoy seguro de que ni nuestro consejo de administración, ni nadie, hubiera tomado la decisión que tomamos (…).