¿Cómo afronta esta nueva responsabilidad y que ha supuesto para usted este nombramiento?
Lo afronto con la cabeza, sabiendo que a mis 68 años no son muchos años los que voy a estar dirigiendo la vicaría, pero con un afecto muy cercano hacia mi diócesis, porque vuelvo a mis raíces y lo hago con mucha ilusión, consciente de lo que pueda aportar en beneficio de la diócesis y de la sociedad segoviana; ya que mi responsabilidad no sólo afecta a la vida religiosa. Así, llego con ilusión y con vocación de apertura, sabiendo que lo que se va a hacer se va a saber; y después de pasar por varias importantes responsabilidades, que ahora la diócesis se acuerde de mi es un honor.
Con este cargo vuelve a ocupar un puesto activo en la diócesis, tras mucho tiempo trabajando fuera de la provincia. ¿Cómo ve el momento actual de la Iglesia en Segovia?
Efectivamente, yo ocupe antaño bastantes cargos en la época de Don Antonio Palenzuela, donde llevé cuestiones de patrimonio y formación del clero. Treinta años después, veo que han cambiado mucho las cosas. En cuanto al clero, percibo una importante presencia del clero procedente de otros países, mientras que a nivel social hay una situación de pobreza que hay que combatir desde los movimientos sociales de la diócesis, con los que vamos a intentar ayudar a las personas que viven peor y que puedan salir de esta situación. En el ámbito cultual, hay disminuido la práctica religiosa pero los cristianos siguen acercándose a recibir los sacramentos, y el reto es mantener lo bueno que tiene la diócesis, pero intentar impulsar tareas para los que necesitaremos sin lugar a dudas la colaboración de los laicos.
El obispo ha insistido en la necesidad de atraer nuevas vocaciones al sacerdocio y ha puesto en marcha el seminario menor para ayudar a los jóvenes a discernir su vocación. ¿Cree usted importante esta labor para la diócesis?
Sin lugar a dudas, lo es. Conozco el seminario menor y creo que es importante fomentarlo y abrir cauces de comunicación y darlo a conocer para que puedan venir de otras diócesis a Segovia. Hay muchos segovianos en Madrid y Valladolid que pueden incorporarse a las tareas diocesanas y sus hijos pueden llegar a Segovia para poder dar el paso hacia el ministerio sacerdotal. Es una buena idea recuperar el seminario, porque siempre es un punto de referencia para Segovia y fuera de Segovia, que puede fomentar también otras cuestiones culturales y educativas muy positivas para la sociedad.
