Un motorista, herido al salirse de la vía en Escuredo, Quintana del Castillo (León). Un hombre, trasladado al hospital tras una salida de vía Alba de Yeltes (Salamanca). Un varón resulta herido en el choque de tres camiones en la A-2 a la altura de Medinaceli (Soria). Estos son sólo algunos de los accidentes registrados ayer en las carreteras de Castilla y León. Afortunadamente, ninguno de ellos tuvo lugar en las vías segovianas.
Sin embargo, las carreteras de la provincia no se libran de los siniestros y todos los meses hay que relatar en estas páginas algún accidente. De hecho, en el primer semestre del año cuatro personas perdieron la vida en otros tantos sucesos. Son dos fallecidos menos a los registrados en el mismo periodo de 2016, cuando murieron seis personas.
Además, se registraron múltiples accidentes que dejaron también casi una veintena de heridos de diversa consideración. Siniestros diversos que ponen de relevancia la importancia de no despistarse al volante.
El primer suceso mortal tuvo lugar el 2 de febrero, cuando una mujer falleció como consecuencia del choque de un autobús y una furgoneta a la altura del término municipal de Espirdo.
El suceso se produjo en torno a las ocho de la mañana en la carretera V-2221, a 3 kilómetros de la localidad de Espirdo. Los alertantes indicaban que el autobús iba sin pasajeros, pero en la furgoneta había dos personas y una de ellas, como consecuencia del impacto, quedó atrapada en el interior del vehículo. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de los Bomberos de Segovia, la Guardia Civil de Tráfico, una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico.
El personal sanitario confirmó, en el lugar del suceso, el fallecimiento de una de las ocupantes de la furgoneta, una mujer de 43 años, con iniciales M.B.P.S.; y atendió y trasladó a una joven de 18 años, hija de la primera, en ambulancia de soporte vital básico al Complejo Asistencial de Segovia.
La alcaldesa de Espirdo, Ana Carolina Rincón, explicó tras el accidente que conocía a la víctima y mostró su consternación por lo sucedido. “Sentimos enormemente la pérdida”, dijo, a la vez que agradeció la labor de los equipos de emergencia por su “rápida labor” y expresó el apoyo municipal a los afectados.
Hasta mayo no volvió a registrarse ningún accidente mortal, pero sí diversos sucesos con varios heridos. Así, el 5 de febrero resultaron heridos tres jóvenes en una colisión múltiple en la A-601, a la altura de Pinarejos; el 4 de marzo, tras colisionar dos turismos en la N-110, en Santo Domingo de Pirón, seis personas resultaron heridas; el 29 de marzo, un suceso en la N-VI, a la altura de Gudillos, se saldó con dos varones heridos; y el 26 de abril, en la CL-603, a la altura de Escobar de Polendos, un varón de 71 años tuvo que ser asistido tras un accidente de tráfico.
Ya el 14 de mayo se registró el segundo accidente mortal del año en las carreteras provinciales. El suceso tuvo lugar en el kilómetro 20 de la vía provincial SG-223, a la altura del término municipal de Cuéllar, y le costó la vida a un joven de 34 años.
A las siete de la mañana, la sala de emergencias de Castilla y León del 112 recibió una llamada en la que se alertaba del accidente y se informaba del lugar de los hechos. Un coche había chocado contra un camión y ya en esta llamada se dejaba constancia de que el conductor del turismo se encontraba herido y atrapado dentro del mismo. En ese mismo momento, la sala de operaciones del 112 dio aviso del incidente a la Guardia Civil de Tráfico de Segovia, a los Bomberos de Segovia y a Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió hasta el punto del accidente un equipo médico de Cuéllar, una ambulancia soporte vital básico y una UVI móvil.
Sin embargo, al llegar al lugar del suceso, el personal de Sacyl sólo pudo confirmar el fallecimiento del varón, por lo que se anuló la UVI móvil. Según confirmó tras el accidente la Guardia Civil de Tráfico de Segovia, el coche invadió el carril contrario, provocando así una “colisión frontal excéntrica”. Los equipos de atestados tuvieron que investigar las casusas por las que el turismo ocupó el lado contrario de la calzada.
El conductor del coche, un joven de 34 años, cuyas iniciales son S.K.R., era de nacionalidad búlgara, pero residía en la localidad burgalesa de Melgar de Fermental. Asimismo, el conductor del camión, A.C.Y, un varón de 42 años, según los datos facilitados por la Guardia Civil, resultó ileso. Tampoco es de la zona, sino que es vecino de Aranda de Duero.
Unos días después, el 30 de mayo, falleció otra persona como consecuencia de la colisión entre un camión y un turismo en el kilómetro 91 de la A-601 con la SG-211, a la altura de la localidad de Tabanera la Luenga. Tras el impacto, que tuvo lugar a las 16.13 horas, el coche comenzó a arder, con una persona en su interior. En el lugar, el personal de Sacyl confirmó el fallecimiento del ocupante del turismo, mientras que el conductor del camión fue dado de alta en el lugar.
El último siniestro mortal registrado en las carreteras segovianas en el primer semestre tuvo lugar en Ayllón el 4 de junio. Un varón falleció tras salirse de la vía su turismo. El accidente tuvo lugar poco antes de las cinco de la tarde, a la salida de la localidad, y como consecuencia del mismo el coche dio varias vueltas de campana. El personal facultativo confirmó en el lugar del suceso el fallecimiento del ocupante del vehículo.
