La primera plaza de toros del mundo, Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid, volvió a ser escenario de la actuación de un torero segoviano, tras haber pisado su albero paisanos tan ilustres como Victoriano de la Serna, Andrés Hernando, Javier Herrero, Alfredo Gómez; Óscar González y Víctor Barrio, en su condición de matadores de toros; y Alberto Román, Rafael Ayuso, Juan Buquerín, Jaime Rodríguez y Pablo Atienza, como novilleros. La noche del pasado sábado, bonita efeméride para el recuerdo.
La novillada cumplía su segunda convocatoria del certamen internacional de novilladas nocturnas de las cuatro que conforman el ciclo. Se lidiaron novillos utreros de la ganadería de Guadajira, de correcta presentación y de juego dispar.
El segoviano Pablo Atienza, de azul marino y oro, lanceó estirada la planta con aplaudidas verónicas y revolera. Genuflexo se dobla con su antagonista para pasar a muletazos ligados en redondo con estilo, calidad y templanza. Los oles suenan con fuerza en la ámbito venteño. Unos naturales fluyen suaves y templados merced a la aséptica muleta de Atienza.
Firmeza, valor y gusto torero en faena de corta purista y aportando sentimiento y la debida parsimonia en la compostura. La espada se le fue un poco baja y ello condicionó la concesión de trofeos. Cumplió una muy ovacionada vuelta al ruedo.
Con el segundo novillo de su lote, larga cambiada de hinojos y con la flámula voluntad y deseos, pero el negro listón de Guadajira mostró su condición de manso. Algunos muletazos tuvieron calidad, ritmo y armonía, pero escaseó la ligazón por la impronta arrancada y fea embestida del morlaco. Reticencia animal y entrega torera para terminar de forma rápida con el burel. Algunos aplausos.
Conformaban la terna junto a Pablo Atienza, Jorge Isiegas, que fue ovacionado en su primero y cortó una oreja del quinto de la noche; y el lusitano ‘Juanito’, silencio y ovación, respectivamente en los suyos.
Comentario Muchos segovianos en los tendidos para presenciar la actuación del torero paisano y mostrar sus mejores deseos hacia Pablo Atienza, quien debutó con picadores en Chachapa (México), el 24 de enero de 2015. Atienza se puso delante de un becerro en Carbonero el Mayor cuando contaba con catorce años de edad y su debut vestido de luces fue en Otero de Herreros el 6 de agosto de 2011 con erales de Sonsoles Aboín de Hernando. Ha sido alumno de la escuela taurina de El Espinar. Ganó el Bolsín de los Almirantes, de Medina del Campo y segundo en el bolsín taurino de Ciudad Rodrigo (Salamanca) en 2012. En 2015 se proclamó triunfador del ‘Desafío de seis novilleros’.
Consideramos que esta presentación en Las Ventas, le va a servir como credencial para interesante contrataciones, pues su toreo, su personalidad y su inteligente valor dejaron muestra palpable de estar en posesión de un toreo de alto nivel y calidad. Afinar un poco mejor con la espada y a subir enteros en su trayectoria torera. Los éxitos no tardarán llegar. Seguro que sí.
