Los últimos cambios legislativos aprobados en algunas comunidades autónomas, que afectan al precio de los medicamentos y al de los combustibles, está repercutiendo, en algunos casos de forma negativa y en otros de forma positiva, a los sectores farmacéutico y de estaciones de servicio de la provincia.
El 1 de marzo de 2012 entraba en vigor en Castilla y León el denominado ‘céntimo sanitario’, un recargo de 4,8 céntimos por litro de gasolina y gasoil, con destino a la Administración autonómica. Esta situación ha provocado que muchos segovianos opten por acudir a las estaciones de servicio de Madrid, donde únicamente se aplica un impuesto de 1,7 céntimos. Municipios limítrofes como El Espinar lo están notando. Un vecino de San Rafael comentaba a esta Redacción que en la gasolinera de Guadarrama, el coste de la gasolina es de 11 céntimos por litro menos, “lo que supone unos 200 kilómetros más, que si echas el combustible en Segovia”.
Esta es la cruz de la moneda. Pero si se le da la vuelta, se pone de cara, y es que el pasado 1 de enero empezó a aplicarse en la comunidad madrileña el ‘euro por receta’. En este sentido, muchos madrileños aprovechan sus viajes a la provincia de Segovia para comprar sus medicamentos. Farmacias como la de San Rafael ya han empezado a notarlo en este primer mes de 2013. Algunos ciudadanos pasan “la frontera” entre Madrid y Segovia solo para adquirir sus medicinas, incluso las compran para vecinos y amigos, por el importante ahorro que supone, y más en estos tiempos de crisis. Municipios turísticos como El Espinar, Real Sitio de San Ildefonso o Riaza, son lugares que pueden “aprovecharse” de la nueva normativa madrileña en el sector sanitario, al recibir a miles de turistas durante los fines de semana.
A pesar de esta situación, en principio beneficiosa para la provincia, los farmacéuticos de Castilla y León han pedido que se ponga orden en el pago que los usuarios hacen por receta, con variaciones en función de la autonomía. El sector recuerda que también hay otras medidas que han perjudicado al sector, con una caída de la dispensación de hasta el 40 por ciento, con el modelo de “cartilla” puesto en marcha en la comunidad de Madrid para que los pensionistas no tengan que abonar más que los 8 o los 18 euros que les corresponde de máximo al mes, en función de su renta. En Castilla y León los pensionistas tienen que afrontar todo el gasto de farmacia y luego se les abona, trimestralmente, lo que haya excedido de ese máximo.
En situación parecida, en este caso desfavorable, se hallan las estaciones de servicio de la provincia. El presidente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Segovia, Luis González Arroyo, afirma que desde que se aplica ese impuesto las ventas de carburante han descendido un 21 por ciento en las gasolineras segovianas. El presidente afirma que las gasolineras madrileñas han subido las ventas que se han perdio en las provincias de Segovia y Ávila.
Las estaciones que más lo están sufriendo son las de carretera, más que las de ciudad, aunque en general, el problema afecta a todas. “Algunas gasolineras están muy tocadas, porque el efecto es alto”, afirma el representante del sector, que agrupa en la provincia de Segovia a medio centenar de estaciones de servicio.
Los empresarios segovianos siempre han asegurado que la aplicación del ‘céntimo sanitario’ está haciendo que las ventas caigan en toda la comunidad y, por tanto, las recaudaciones de impuestos para sufragar la sanidad en Castilla y León, que es competencia regional, están siendo menores.
