Muchos son los jóvenes españoles que han decidido emprender viaje a Alemania en busca de un futuro laboral más prometedor. Pero muy pocos han decido hacerlo a lomos de un caballo. Es el caso —quizá el único— de Jesús Jiménez Mirón, de 32 años, y natural de Ávila. Su destino es Berlín, donde tiene intención de trabajar en un picadero hípico.
Acompañado de ‘Campeón’, un potro de tres años de edad de pura raza española, tiene previsto realizar unos 20 kilómetros al día. La juventud del animal le aconseja no estar más de cinco horas caminando.
Tras más de un año en paro, Jesús Jiménez decidió emplear los próximos meses en realizar la ruta desde su tierra natal al país germano. Partió hace cinco días y ha pasado por pueblos segovianos como Villacastín, Vegas de Matute, Otero de Herreros, o Valverde del Majano, donde ayer tuvo que hacer una primera parada imprevista por una herida que ha sufrido el potro en una de las patas delanteras.
El joven jinete, que ha trabajado como ganadero y domador de caballos, ha encontrado el apoyo de personas e instituciones. El Ayuntamiento de Valverde le facilitó un contacto para que el animal pudiera descansar en una cuadra; y él joven alojarse en un local municipal. “La gente está siendo muy buena conmigo”, reconoce agradecido el joven aventurero, que hoy parte hacia el Norte e intentar alcanzar Alemania. Antes de salir ha tenido palabras de gratitud para el alcalde de Valverde, Rafael Casado, quien ha comunicado a otros ayuntamientos este caso para que le puedan prestar una ayuda similar.
Jesús sabe que los próximos días serán duros, pues la temperatura descenderá y habrá menos luz diurna. “Sobre la nieve se puede caminar bien a caballo; es peor el frío y la lluvia”, añade el jinete mientras se ajusta la mochila en la que lleva algo de ropa de abrigo, un saco de dormir, y algunas latas de conserva “para sobrevivir”, justifica.
Su historia está siendo seguida en una página que le han dedicado amigos en la red social Facebook. A finales de año tiene previsto alcanzar su destino que es Berlín. “Pero si encuentro un trabajo antes, en mi país, como domador de caballos, me quedo”, reconoce.
