El ex ministro de Defensa, Julián García Vargas, subrayó ayer el éxito del proceso de democratización y modernización de las Fuerzas Armadas que ha hecho que esta institución haya pasado en los últimos 30 años del aislamiento social a ser una de las mejor valoradas por la ciudadanía tanto por su talante por su participación en las misiones internacionales.
García Vargas participó como ponente en las jornadas «Valores democráticos y Fuerzas Armadas», que tuvo lugar en el salón de actos de la Academia de Artillería, organizadas por la Fundación Valsaín, en las que militares, políticos, periodistas y expertos en política de defensa analizaron este proceso de cambio desde todos los ámbitos sociales.
El exministro, que ocupó esta cartera en la década de los 80 en uno de los gobiernos de Felipe González, trazó una amplia visión panorámica de la evolución de las Fuerzas Armadas desde la muerte del General Franco, que situó al ejército en una situación de «aislamiento social», marcado por una tendencia ideológica relacionada con el antiguo régimen y por la tentación de mantenerse muy ligado a la política.
En este sentido, señaló que el trabajo realizado por los políticos y la sociedad trató de buscar un » entendimiento implícito de que a las Fuerzas Armadas no había que imponerles criterios ideológicos y que tenían que aceptar las normas constitucionales; compaginando el hecho de impedir su autonomía, pero evitar su subordinación partidista. También aseguró que el éxito de esta misión «fue de todos, y nadie se lo pueda apuntar», ya que a su juicio se han conseguido «superar las discrepancias ideológicas a base de paciencia, prudencia, firmeza, estabilidad y sentido común, siempre viendo a las Fuerzas Armadas como una pieza esencial del sistema democrático, desvinculándolas del pasado inmediato».
García Vargas subrayó también la importancia de la integración del Ejército en organizaciones internacionales como la OTAN y la UEO, que supuso el impulso de modernización definitiva de la Defensa en España, ya que al cambio de los modelos de organización con la incorporación de una estructura estratégica basada en el interés general y no en la defensa territorial se suma la modificación de los sistemas y materiales para la participación en las misiones internacionales.
El exministro también se refirió al problema del terrorismo durante todo este proceso, que definió como » un factor perturbador que nos hizo vivir en permanente inquietud» y aseguró que fue «una tremenda prueba de sacrificio» para toda la sociedad y para las Fuerzas Armadas.
Sobre este asunto, aseguró que » ETA calculó mal porque pensaba que desestabilizando a las FAS acabaría con el sistema, pero el Ejército demostró su claridad de ideas sin entrar en la trampa, y no hubo nunca ni la menor tentación». Además, indicó que a los máximos responsables militares de la época «se les explicó hasta la más nimia de las actuaciones del Ministerio del Interior, algunas muy delicadas, y nunca hubo la menor discrepancia», y señaló que la democracia «debe ser justa y firme con los terroristas, pero albergo mis dudas sobre si debe ser generosa como se propugna desde otros ámbitos».
Tras la intervención de García Vargas, tuvo lugar una mesa redonda en la que intervinieron el general de División José Carlos de la Fuente, director de Sistemas de Armas del Ejército de Tierra, el profesor de IE Universidad Javier García González, el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), Aurelio Martín, y el general jefe de División de planes de Estado Mayor, Rubén García Servet, quienes analizaron los valores democráticos y su relación con la aplicación en las Fuerzas Armadas.
Por la tarde, las jornadas concluyeron con una mesa redonda sobre «la enseñanza de los valores en las Fuerzas Armadas españolas», en la que intervino como conferenciante el director general de Enseñanza del Ministerio de Defensa, Juan Antonio Álvarez Jiménez, y en la que participaron como ponentes el general director de la Academia de Artillería Alfredo Sanz y Calabria, el vicerrector de la Universidad de Valladolid José Vicente Álvarez Bravo, el catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Antonio Ruiz Hernando y el presidente de la Asociación de la Prensa de Segovia, Alfredo Matesanz.