Tras el encuentro amistoso jugado con el Caja Segovia, la plantilla de la Gimnástica Segoviana retomó ayer las sesiones de entrenamiento de cara al importante encuentro que el conjunto azulgrana disputará el próximo domingo en el campo de La Albuera frente al Burgos, que podría poner al equipo gimnástico muy lejos del burgalés en la tabla clasificatoria. Ayer hubo entrenamiento y hoy habrá jornada de descanso para ya no dejar de trabajar en lo que resta de semana.
Con diez puntos de ventaja sobre el farolillo rojo de la tabla, que lleva ocupando el Burgos prácticamente desde el inicio de la temporada, la Segoviana tiene ante sí la ocasión de alejarse casi definitivamente de una de las plazas de descenso directo, además de apostar firmemente por salir del puesto de promoción que actualmente ocupa. Por ello, el técnico Paco Maroto optó por ser precavido en el amistoso benéfico y dejar sin vestirse a jugadores como Jesús Alonso, Víctor Pérez, Pablo, Palacios o Fran Dorado, además de un David Durán que (no hay que olvidar) se lesionó de una cierta gravedad en el anterior encuentro jugado ante el Caja. Además, Otero no jugó este encuentro por un problema familiar.
El Burgos es consciente de lo desesperada de su situación, y por ello está moviendo ficha en el mercado invernal, tratando de dar la baja a jugadores como Rubén Espinosa, el lesionado Lobera, Carracedo o Rufino, e incorporando a otros jugadores como el defensa Iray (Spórting Mahonés), el centrocampista Nico Chietino (Villanovense) y el joven delantero Arkaitz Ruiz.
