Tras la tormenta llega la calma… O tal vez no. Quizás llegue otra tormenta, aunque esta no destruya todo lo que encuentre a su paso y tenga un carácter mucho más político. Y es que, a cinco días de las decisivas elecciones presidenciales de Estados Unidos, ayer el dirigente del país, Barack Obama, retomó su agenda política después de las críticas jornadas en las que el huracán Sandy azotara con violencia toda la costa este del país.
En este contexto, el afroamericano quiso alabar ayer la unidad de los ciudadanos y la ayuda prestada a las víctimas de la tormenta durante el primer acto de campaña celebrado tras este fenómeno meteorológico. «También nos hemos inspirado estos últimos días, porque cuando el desastre golpea, vemos lo mejor de la nación», sentenció durante el acto celebrado en Wisconsin.
«No hay demócratas o republicanos en una tormenta, solo conciudadanos», agregó el presidente, que el miércoles visitó a las víctimas del huracán en Nueva Jersey, donde acudió junto al gobernador del Estado, el republicano Chris Christie.
Conviene destacar que Obama recibió una alta valoración por su gestión del desastre. Según una encuesta publicada a última hora del miércoles por The Washington Post, ocho de cada 10 estadounidenses consideraron que hizo una labor «excelente» o «buena», lo que puede auparle en la intención de voto, muy ajustada con su oponente, el candidato republicano Mitt Romney, apenas unas jornadas antes de la jornada electoral.
Después la tregua que Sandy dio a ambos políticos, Romney también retomó el trabajo y lo hizo atacando a su contrincante en la carrera hacia la Casa Blanca. El primer reproche se basó en las críticas al demócrata por proponer más burocracia gubernamental. El de Detroit, que estuvo ayer en Virginia, un Estado clave de cara a su eventual victoria, buscaba incrementar su respaldo entre los votantes republicanos en una zona conservadora del país con el fin de contrarrestar la ventaja de los progresistas en el norte de este Estado, donde Obama ganó en las elecciones de 2008, pero que este año podría ser para los contrarios. «La participación aquí supone una gran diferencia», subrayó el empresario ante una multitud en una fábrica de puertas y ventanas.
Dado que los sondeos dan un empate técnico entre los dos rivales a falta de cinco días para las elecciones, Romney se encuentra inmerso en una frenética campaña en los territorios donde todavía no está claro el resultado y que, con toda seguridad, decidirán las elecciones.
El exgobernador de Massachusetts no había mencionado el nombre de Obama durante los dos últimos días en sus actos de campaña, en los que rebajó la retórica mientras los ciudadanos de la costa este sufrían los efectos de Sandy. Pero ahora que la reconstrucción está en marcha, Romney reanudó sus críticas hacia él y aprovechó un comentario hecho por el presidente en una entrevista el lunes -dijo que le gustaría crear una nueva agencia gubernamental dirigida por un «secretario de negocios» para ayudar a las empresas a crear empleos- para acusarle de querer ampliar el Gobierno en lugar de fomentar el sector privado. «No creo que añadiendo una nueva silla a su Gabinete ayude a crear millones de empleos», enfatizó.
En los próximos días, el mormón tiene previstos actos en estados donde el resultado es incierto, pero donde en las últimas elecciones ganaron los demócratas. Así, hoy estará en Wisconsin y luego se trasladará a Ohio, un Estado que el republicano debería ganar para hacerse con la Casa Blanca.
Sumidos en el desconsuelo.- Aunque la actividad política va recuperando el pulso, mucho más tardará en hacerlo la ciudadanía afectada por la violencia del huracán Sandy, que, en el último balance, había dejado a su paso por la costa este de EEUU 76 fallecidos.
A pesar de la frialdad, junto a las pérdidas humanas causadas por la tormenta, hay que contabilizar también las monetarias, que, según la consultora especializada Eqecat, ha dejado un agujero en las aseguradas por valor de entre 10.000 y 20.000 millones de dólares, mientras que las económicas se cifran en hasta 50.000 millones.
