El alcalde de Segovia y exconsejero de Caja Segovia, Pedro Arahuetes, volvió ayer nuevamente a la carga para pedir a los nuevos gestores de Bankia que depuren las responsabilidades que sean necesarias sobre las personas cuyas decisiones han llevado a la entidad a una anunciada nacionalización y a la necesidad de recibir dinero público.
Tras clausurar los cursos de la Escuela Taller y el Taller de Empleo, Arahuetes redobló sus críticas a la gestión de esta entidad, y reclamó que el nuevo equipo directivo presidido por Ignacio Goirigolzarri investigue «las indemnizaciones, jubilaciones y prejubilaciones» realizadas hasta la fecha, protegidas hasta ahora por el carácter «secreto» de las deliberaciones de los distintos Consejos de Administración.
Sobre este aspecto, señaló que la apelación al secreto profesional «debe desaparecer». «Bankia tiene un problema y necesita dinero, y si se han ejecutado acciones irregulares, hay que tomar cartas en el asunto y mirar las distintas decisiones para depurar responsabilidades, por lo que ese velo de poca transparencia debe desaparecer», aseguró.
El alcalde mostró de nuevo su «indignación y sorpresa» por la situación de la entidad que, según parecía, «tenía una fortaleza tremenda o nos lo han vendido así». En este sentido, el primer edil de la capital segoviana aseguró que la información contable y financiera de Caja Segovia a la que accedían eran, en todo momento, «unos ratios de eficiencia muy buena y una solvencia fenomenal». Además, señaló que según pudo conocer, la entidad superaba todos los test de estrés «con una nota muy elevada», aunque en la actualidad duda de un posible engaño.Arahuetes lanzó un mensaje de tranquilidad a los clientes de la entidad, ya que la situación «no significa que nos vayamos a ir todos corriendo con el dinero».
«El Gobierno garantiza los depósitos bancarios y cada uno puede optar por lo que quiera, pero yo soy cliente de Caja Segovia y seguiré teniendo mi dinero en la entidad, pero la tranquilidad no significa conformismo”, aseguró .
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