Ya hay cifras. La banca española necesitaría un total de 59.300 millones de euros para recapitalizarse en el peor de los escenarios económicos analizados por Oliver Wyman, la consultora que contrató el Gobierno para conocer el estado real de las entidades.
El Ejecutivo y el Banco de España presentaron ayer en Madrid el resultado de las pruebas de estrés, que son la base sobre la que el Gabinete de Rajoy decidirá el monto total a pedir de los hasta 100.000 millones de euros que el Eurogrupo ha comprometido para el rescate de las entidades. El análisis realizado por Oliver Wyman era de hecho una de las condiciones que España tenía que cumplir para poder acceder a ese salvamento.
No obstante, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, que presentó el estudio junto al subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, adelantó que la cantidad que el Gobierno pedirá se moverá en el entorno de los 40.000 millones de euros. Que esta cifra sea más baja que las necesidades puestas sobre la mesa por la auditora se explica porque habrá entidades que puedan conseguir por sus propios medios el capital necesario. Las que no, son las que recibirán la ayuda pública.
Teniendo en cuenta los procesos de integración en marcha y otros créditos fiscales, los 59.300 millones de euros apuntados por la consultora descienden a 53.745 millones. Los resultados, en cualquier caso, están en línea con los que se presentaron tras una primera auditoría en julio, cuando las necesidades se cifraron en una horquilla de entre 51.000 y 62.000 millones de euros. Estos demuestran que «el grueso del sistema financiero es sólido», remarcó el secretario de Estado de Economía.
De las 14 firmas analizadas, en el escenario más adverso están siete entidades, BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco, Banco de Valencia, Popular, BMN e Ibercaja+Caja3+Liberbank, que necesitarían capital. Bankia si sitúa a la cabeza, con unas necesidades de 24.743 millones de euros, más de lo pedido por los nuevos gestores, mientras que Catalunyabank precisará de10.825 millones de euros en el peor escenario.
Los otros siete bancos españoles, que juntos representan más del 62 por ciento de la cartera crediticia analizada, no tienen necesidades adicionales de capital. Son el Santander, el BBVA, Caixabank, Kutxabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja. Los tres primeros cuentan de hecho con un margen de 25.297 y 11.183 millones y 5.720 millones de euros respectivamente en el escenario más adverso.
A partir de ahora, las entidades tendrán que presentar sus planes de recapitalización al Gobierno español y a la Unión Europea.
Las que necesiten apoyo público para sus planes de reestructuración deberán recibir el visto bueno de la Comisión Europea. A partir de ahí, tendrán que transmitir sus activos inmobiliarios promotores, los llamados activos problemáticos, a la sociedad de gestión que se creará como una especie de banco malo. Una vez aprobados los planes será cuando llegue el dinero europeo para culminar el proceso de recapitalización.
Satisfacción
Tras conocer el informe, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, reaccionó con alivio a las cifras publicadas. «Estoy tranquilo, porque las necesidades de capital de los bancos españoles se queden por debajo de los 60.000 millones de euros», adelantó.
También el FMI se mostró satisfecho por la valoración «exhaustiva y transparente» del sector. La ayuda acordada por el Eurogrupo podrá atender «holgadamente» las necesidades de la banca, manifestó la directora gerente, Christine Lagarde. Esa recapitalización «facilitará la construcción de un sistema bancario más sólido, que con el tiempo ayudará a reactivar los flujos de crédito y a promover el crecimiento y el empleo», añadió.
Es un «paso importante» en «el refuerzo, la viabilidad y la confianza en el sector bancario español», avanzó la Comisión Europea. El Banco Central Europeo (BCE) expresó por su parte su «apoyo decidido a los planes de las autoridades españolas para asegurar que las necesidades de capital se cubren en el tiempo estipulado».
