El empresario José María Ruiz-Mateos está en busca y captura después de que la jueza que instruye el caso sobre las estafas de las que está acusado así lo ordenase ayer. El dueño de Nueva Rumasa no compareció el pasado viernes en el tribunal aduciendo una fractura en el tercer dedo del pie, lesión que un médico forense consideró que no le impide acudir a declarar. Por tanto, la orden tiene como objetivo que el imputado comparezca el próximo 23 de agosto en Mallorca para declarar, por lo que no se efectuará de manera inmediata.
La magistrada, María Pascual, exigió un segundo informe de un médico forense tras recibir el que presentó el abogado del empresario el pasado viernes. Según recoge el auto, de 12 páginas, el mismo día se libró exhorto al juzgado de guardia de Pozuelo de Alarcón para que el especialista se personase en el domicilio de Ruiz-Mateos y analizara las lesiones que afirmaba padecer, tras lo cual constató la fractura del cuarto dedo del pie.
Por su parte, el médico adscrito al Juzgado instructor de la causa también emitió un informe en el que hacía referencia, por el contrario, a una fractura en el tercer dedo -no en el cuarto-, y dejaba constancia de una patología de carácter leve con curso «hacia la evolución satisfactoria», unas circunstancias que no imposibilitan al imputado comparecer ante el Juzgado.
Al conocer este análisis, la jueza declaró que el empresario no tiene derecho «a reírse de la Administración de Justicia ni a dificultar u obstaculizar la tramitación de esta causa sin justificación para ello», llegando a valerse incluso «de su avanzada edad y presunto mal estado de salud».
«No es de recibo que se pretenda eludir una obligación legal amparándose en unos supuestos daños físicos y psicológicos que, a día de hoy, no han quedado demostrados», incidió. La instructora de la causa ya había citado con anterioridad en diversas ocasiones a Ruiz-Mateos, quien, en varias de ellas, alegó problemas de movilidad así como económicos para no comparecer en los Juzgados. Las dos veces en que sí hizo acto de presencia en dependencias judiciales se acogió a su derecho de no declarar.
La sociedad Inversiones Grupo Miralles se querelló contra Ruiz-Mateos y sus seis hijos varones en relación a la compraventa del hotel Eurocalas, mientras que posteriormente amplió su denuncia al atisbar indicios de que la sociedad que avaló la operación incurrió en un delito de alzamiento de bienes para evitar posibles embargos.
Sin embargo, se trata tan solo de uno de los tres procesos judiciales en los que el empresario jerezano está envuelto en Baleares. Así, en el Juzgado de Instrucción número 5 de Palma está siendo investigado por otro delito de presunta estafa por valor de unos 12 millones de euros en la compra de la totalidad de las acciones de la sociedad Hoteles Costa Orienta a la familia Hoz.
