El Museo de Títeres que el Ayuntamiento de Segovia proyecta en la rehabilitada Puerta de Santiago, con la instalación de una colección cedida por el maestro titiritero Francisco Peralta, será una realidad en el año 2013, probablemente después del verano. En la mañana de ayer el presidente de la Fundación del Patrimonio Histórico, Rafael Encinas, y el alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes, firmaron un convenio para el acondicionamiento museográfico del edificio, en un acto que contó con la asistencia del propio Peralta.
Según el acuerdo firmado ayer, la Fundación del Patrimonio Histórico definirá y dirigirá la actuación y, una vez concluida, el Ayuntamiento asumirá la gestión, mantenimiento y explotación de este espacio que, como anunció el alcalde, se sumará a la oferta cultural y turística que gestiona el Ayuntamiento.
El convenio contempla que la Fundación y el Ayuntamiento aporten a partes iguales los 100.000 euros que costará el acondicionamiento museográfico del edificio, que se suma a los 370.000 euros que se ha invertido en la rehabilitación del edificio, concluida hace solo unas semanas.
Una vez terminados los trabajos, la Puerta de Santiago, enclavada en la Muralla medieval, albergará la colección de 39 títeres cedidos a la ciudad por Francisco Peralta, quien ayer explicaba que, además de la relevancia de Segovia en el mundo de las marionetas, a través de Titirimundi, ha decidido ceder este colección a la capital segoviana debido a sus vínculos sentimentales con la misma, desde que fuera profesor de modelado en la Casa de los Picos.
El maestro Francisco Peralta (Cádiz, 1930) está considerado uno de los mejores marionetistas de España. Reconocido, sobre todo, por la investigación constante sobre mecanismos que permitan movimientos más naturales y complejos y, de alguna manera, consigan insuflar un aliento de vida a los muñecos, también ha logrado altas cotas de perfección y limpieza en el manejo de los títeres de hilos. En 1990 le fue concedida la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, en la categoría Plata, siendo el primer titiritero en conseguirla.
La colección de títeres que se exhibirá en la Puerta de Santiago está fabricada con madera, pasta de papel, tela y elementos de metal y algunas de ellas llegan a medir 1,80 metros. Las marionetas representan personajes de obras de teatro, cuentos y romances. La idea es distribuir las marionetas en una superficie total de 144 metros cuadrados en las tres plantas del edificio, expuestas en vitrinas, diseñadas a medida, que las protejan y con una adecuada iluminación que permita su perfecta visión y conservación.
Rehabilitación.- La Fundación del Patrimonio Histórico concluyó recientemente las obras de rehabilitación y puesta en valor de la Puerta de Santiago, con una inversión de 370.000 euros y la colaboración del Ministerio de Fomento, a través del uno por ciento cultural, y del Ayuntamiento de Segovia.
El objetivo de la intervención era triple: recuperar un elemento patrimonial de gran importancia, no suficientemente conocido; conseguir que se comprenda el sentido de la Puerta de Santiago como elemento defensivo y de control del acceso a la ciudad y, a la vez, adecuar su espacio para albergar la colección de títeres de Francisco Peralta.
La rehabilitación supuso la recuperación del espacio del cuerpo de guardia y sus accesos desde la planta baja y la escalera que lo comunica con la planta primera. Además se recuperó el tránsito del adarve original en la planta baja y se acondicionaron los accesos al adarve, desde la calle, y a la planta primera. También se eliminó el trasdós construido en la planta primera en la reforma de 1984 para recuperar los volúmenes de la construcción, entre otras acciones de restauración.
La Fundación del Patrimonio Histórico instaló también una serie de elementos informativos y una maqueta con una animación infográfica que refleja la evolución del edificio, para lograr que quien lo visite comprenda qué funciones ha cumplido y cómo ha cambiado a lo largo de los siglos.
La Puerta de Santiago es una de las mejor conservadas de las que tuvo la muralla de Segovia. En su construcción actual se aprecian sucesivas intervenciones, desde la fachada Oeste, datada en el siglo XIII, a la fachada Este con sillares almohadillados de granito y restos de un marco decorativo, fechados entre finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII. Ha albergado usos de lo más dispar desde casa de la santera o refugio de menesterosos hasta estudios de pintores.
