«Han sido entregadas 614 papeletas. Resultados de la votación: 614 votos a favor, ninguno en contra», anunció Borís Grizlov, presidente del Consejo Supremo de Rusia Unida.
Los 10.000 presentes en el congreso, celebrado en el estadio Luzhniki de Moscú, celebraron el resultado coreando en pie: «Putin, Putin».
«Para todos nosotros es evidente: hoy empieza una nueva etapa en el desarrollo de Rusia», afirmó Putin.
En un discurso marcadamente populista, Putin prometió «trabajar a diario para elevar la calidad de vida en el país» y «siempre decir la verdad a la gente, por muy difícil que sea».
Él, desde hace cuatro años primer ministro de Rusia y antes presidente durante otros ocho señaló que «hay que cargar con más impuestos el lujo y el consumo excesivo», mientras que «para el ciudadano sencillo los impuestos no deben ser pesados».
Putin señaló como tareas prioritarias «el cumplimiento de los compromisos sociales, la defensa de los intereses de la mayoría, la lucha contra cualquier injusticia, la defensa de los derechos y de la dignidad del hombre».
Según el candidato a la presidencia, «esa es precisamente la política de Estado, la política de los intereses populares, nuestra política».
«En los próximos 5-10 años debemos elevar a un nuevo nivel nuestras Fuerzas Armadas», agregó.
En este sentido, habló de «crear un Ejército y una Armada, un complejo militar-industrial que sean capaces de garantizar a Rusia una paz segura sin agobiar nuestra economía y, al contrario, multiplicándola».
«No será fácil, pero estamos obligados a hacerlo si queremos defender el honor de nuestro país, nuestra soberanía, independencia y a nuestros ciudadanos», recalcó.
Putin expresó la seguridad de que en las elecciones legislativas del próximo 4 de diciembre los ciudadanos rusos apoyarán a Rusia Unida.
El actual presidente ruso, Dmitri Medvédev, ya anunciado como futuro primer ministro tras la eventual victoria de Putin, afirmó que «Rusia Unida se equivoca a veces, pero la oposición que la critica con frecuencia simplemente miente».
