La Gimnástica Segoviana está cada jornada que pasa más cerca de la Tercera División tras las cinco derrotas consecutivas que han llevado al equipo azulgrana de estar relativamente cerca de las plazas de permanencia, a situarse a 14 puntos del decimoquinto puesto cuando restan 18 puntos por disputarse, tres más en el caso del conjunto gimnástico, que tiene pendiente el partido en La Albuera ante el Zamora el 11 de abril.
Pero quizá lo peor de la última derrota en el campo del Amorebieta no sea la pérdida de esos tres puntos ante un rival que pelea por jugar la fase de ascenso, sino la actitud del equipo durante la primera parte del encuentro, que fue censurada por Paco Maroto al finalizar el choque, cuando afirmó que “si a la posible diferencia de calidad, sumamos que el equipo contrario ha tenido más actitud, pues pasa lo que pasa”. Y lo que pasó fue que en el primer minuto de partido la Segoviana ya había encajado un gol, y que a la media hora de juego la victoria ya estaba decidida para el cuadro local, que ganaba por 3-0.
Cierto es que el conjunto gimnástico mejoró sustancialmente tras el descanso, pero pretender remontar un tres goles de desventaja fuera de casa es una empresa demasiado complicada. Quizá si la actitud de la segunda parte hubiera sido la de los primeros cuarenta y cinco minutos el resultado hubiera sido distinto.
Los dos próximos encuentros definirán si la Segoviana es matemáticamente equipo de Tercera División, o si bien el conjunto azulgrana puede pelear por la permanencia algunas jornadas más. El domingo visita el campo de La Albuera el Palencia, el equipo que marca actualmente la plaza de promoción, mientras que el próximo miércoles será el Zamora el rival que saltará al césped del municipal. Si la Segoviana logra los seis puntos, habrá vida aún. Si no lo hace… adiós a la categoría. Ya no hay más margen de error.
