Millones de trabajadores están convocados hoy por los sindicatos mayoritarios para sumarse a la huelga general contra la reforma laboral del Gobierno, que será la séptima que se lleva a cabo en España en la etapa democrática, y la cuarta contra una normativa del mercado de trabajo.
De las seis huelgas anteriores, cuatro se realizaron contra las políticas económicas del socialista Felipe González, una contra las medidas tomadas por el popular José María Aznar, y la más reciente, la única con la que tuvo que enfrentarse José Luis Rodríguez Zapatero durante su estancia en la Moncloa. Ahora le corresponde el turno a Mariano Rajoy, que es el primer presidente que afronta un paro total cuando antes de que concluya el período de gracia de 100 días.
Los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez defendieron ayer en un acto con sindicalistas europeos en Madrid la huelga general y arremetieron contra aquellos que desde la patronal y el Ejecutivo pretenden desinflarla. «Mañana (por hoy) va a haber una gran huelga en España a pesar del miedo», concretó Toxo.
Según el líder de CCOO, llevarla a cabo es «imprescindible», puesto que «ya no cabe la apatía ni la resignación». Asimismo, señaló que el paro está siendo vivido desde «algunos sectores próximos al Gobierno» como una especie de «trauma», como si no fuera un derecho fundamental.
Toxo incluyó en este saco tanto a los empresarios, de los que dijo que «era de esperar», aunque su actitud debería estar «superada», como a las instituciones públicas, de las que «era menos esperable», puesto que tienen encomendado velar por este derecho.
Por su parte, Méndez no dejó pasar la ocasión para arremeter contra el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien consideró que la huelga general es algo anticuado. Al respecto, el líder sindical se preguntó con tono de ironía: «¿Qué es innovador? ¿El modelo especulativo de Lehman Brothers, donde no hace mucho era directivo De Guindos?».
Pese a todo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirmó a su salida del Pleno en el Congreso de los Diputados que la convocatoria de los sindicatos no hará «retroceder» al Gobierno en su reforma laboral porque «está en juego» salir de la crisis económica, que ha puesto a España en una situación límite.
Mientras tanto, la titular de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, adelantó que desde la entrada en vigor de la reforma laboral el pasado 12 de febrero se han realizado casi 10.000 contratos de apoyo a los emprendedores, de los que el 54% se han efectuado entre los jóvenes.
Antes de la aprobación de la Constitución, en 1976 y 1977 se produjo un elevado incremento de conflictividad laboral en los centros más industrializados de España, especialmente en Cataluña, Madrid y País Vasco. Sin embargo, hubo que esperar hasta 1985 para que los representantes de los trabajadores convocaran la primera huelga general.
El 29 de septiembre de 2010 se recordará por ser el primer paro total contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: la primera en la que se pactaron los servicios mínimos y en las que el Ejecutivo no dio cifra global de seguimiento. Solo la industria secundó masivamente un paro que se notó menos en el comercio, el transporte y la Administración Pública.
El ministro de Trabajo de entonces, Celestino Corbacho, calificó el seguimiento de «desigual». El secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el de UGT, Ignacio Fernández Toxo, consideraron que fue «un éxito» y cifraron el apoyo en el 70%. La jornada se cerró con una manifestación en Madrid y los sindicatos estimaron que 1,5 millones de españoles salieron a la calle.
