Ni siquiera la necesaria lluvia que cayó ayer en la capital tras un seco verano consiguió deslucir ayer la tradicional ofrenda de frutos de la tierra con la que los segovianos honran desde hace más de tres décadas a su patrona, y que ayer congregó un año más a centenares de devotos de la virgen.
Las 16 asociaciones y colectivos que participaron en la ofrenda, a los que se sumaron otros grupos de oferentes anónimos, desafiaron al mal tiempo para llenar la Catedral en un acto presidido por el obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro, al que acompañaron el Cabildo de la Catedral, el alcalde Pedro Arahuetes, el presidente de la Diputación Francisco Vázquez y otras autoridades locale s y provinciales.
Congregadas en los soportales del Azoguejo, las asociaciones iniciaron bajo los arcos del Acueducto el ya tradicional recorrido hasta la catedral a las 17,30 horas, precedidos por la música de la Escuela de Dulzainas. A su llegada a la Catedral, la presidenta de la Real Cofradía de La Fuencisla, Julia González Herrero realizó una breve monición de entrada, tras la que tomó la palabra el historiador, escritor y Cronista Oficial de la Villa de Turégano, Victoriano Borreguero Vírseda, que este año fue el responsable de pronunciar la ofrenda ante la patrona de Segovia.
Borreguero puso ante la virgen en su ofrenda las necesidades de los segovianos, y pidió a la patrona que ayude a la provincia “a promover el diálogo y el consenso, la tolerancia y el respeto mutuo”, así como su amparo para “los enfermos, los ancianos, los niños sin hogar, los desempleados, los emigrantes, los marginados, los excluídos sociales y los políticos”.
También destacó el carácter segoviano de la ofrenda que reune la devoción a la patrona de los 137 municipios de la Ciudad y Tierra de Segovia, y cantó las excelencias de la virgen con palabras de poetas y literatos desde San Juan de la Cruz a Mario Benedetti.
Tras la lectura de la ofrenda, las asociaciones fueron pasando una por una ante el altar mayor para depositar sus frutos, que fueron repartidos entre varias asociaciones benéficas de la capital, cuyos representantes fueron saludados y bendecidos por el obispo después de entregar sus presentes.
El acto fue clausurado por monseñor Rubio, que agradeció el gesto de generosidad de los segovianos hacia su patrona, así como el reflejo que tendrá en los destinatarios de una ofrenda que será “vida para unos y salvación para todos”.
