El arte español no tiene fronteras. Y es que, tras su exhibición en la Queensland Art Gallery del 21 julio al 4 noviembre 2012, uno de los principales museos de Australia, la exposición Retrato de España. Obras maestras del Prado se presentó esta semana en Houston. Patrocinada por BBVA Compass, la muestra incluye más de 100 obras de los artistas mejor representados en la pinacoteca española, como El Greco, Velázquez, Ribera, Goya o Sorolla.
En los actos de presentación de la colección estuvieron presentes el presidente de BBVA Compass, Manolo Sánchez, el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, el director adjunto de Conservación, Gabriele Finaldi, y Javier Portús, jefe de conservación de Pintura Española del centro madrileño y comisario de la exposición, que no quisieron faltar a esta cita con la pintura nacional.
Retrato de España se abrirá al público mañana y acercará, por primera vez, a los asistentes norteamericanos un recorrido por la historia de España y el arte patrio, desde el siglo XVI hasta el XIX, a través de un conjunto de trabajos compuesto por 80 pinturas y 22 obras sobre papel de los artistas europeos más importantes.
La exposición, que está ubicada en las salas del segundo piso del edificio Audrey Jones Beck del MFAH, recorre cuatro siglos y estarán representados por los creadores nacionales más destacados como El Greco, Ribera, Zurbarán, Velázquez, Murillo, Paret, Van der Hamen, Meléndez, Goya, Vicente López, Federico de Madrazo, Rosales, Fortuny o Sorolla.
Asimismo, estarán presente autores foráneos que trabajaron en España o influyeron directamente en su pintura, como Tiziano o Rubens, y los temas que cultivaron, de forma que el visitante pueda conocer además del devenir estilístico de la creación patria cómo a lo largo del tiempo cambiaron los intereses temáticos, y se fue ampliando el dominio iconográfico del arte.
A través de tres grandes apartados, la colección quiere contar este camino de la pintura española resaltando sus características tanto políticas, como sociales y de desarrollo artístico.
El recorrido, dividido en tres grandes apartados, se inicia con La pintura en un estado absolutista, espacio dedicado a los años 1550-1770. Retratos, escenas mitológicas, pintura religiosa y bodegones muestran el esplendor del Siglo de Oro en España.
1770-1850. Un mundo que cambia refleja como los creadores de finales del siglo XVII y principios del XIX se convirtieron en cronistas de los distintos estamentos de la sociedad.
El último espacio se dedicará a 1850-1900. Los umbrales de la España moderna que muestra como la transición hacia el Romanticismo conllevó que se reflejaran más los gustos de la clase media, incluyendo paisajes, retratos, escenas históricas y religiosas y desnudos.
