En el caso de que España acabara necesitando un programa de asistencia financiera similar al proporcionado a países como Portugal e Irlanda, el montante de dicho rescate podría superar los 450.000 millones de euros, según calcula el banco británico HSBC, que, sin embargo, considera poco probable este escenario.
En concreto, los autores del informe de la entidad inglesa calculan que en el peor de los escenarios manejados, el país precisaría de unos 350.000 millones de euros para cubrir el déficit presupuestario y los vencimientos de la deuda de los tres próximos años, a los que habría que sumar alrededor de 100.000 para asistir al sector financiero.
Una suma de estas proporciones no podría cubrirse con el remanente del actual fondo de rescate (FEEF), señala HSBC, aunque sí podría hacerlo el nuevo Mecanismo de Estabilidad Financiera (MEDE), que entrará en funcionamiento en julio, ya que «cualquier posibilidad de que España pidiera asistencia antes de esa fecha parece muy remota».
«Nadie quiere ver llegar al país a la situación de necesitar un paquete completo de ayudas de la Troika, ya que esto implicaría que la crisis de la eurozona ha entrado en una fase aún más preocupante», señalan los autores de un informe de la entidad británica sobre la economía nacional.
Actuación combinada
En este sentido, el análisis de HSBC considera como el escenario más probable que, asumiendo que España se atiene al plan de reformas, antes de llegar al rescate se acabaría recurriendo a algún tipo de actuación combinada entre el BCE y el FEEF, limitando así el riesgo de contagio a Italia.
Por otro lado, los analistas apuntan que, si bien tradicionalmente el 7% es considerado un nivel insostenible para los intereses de la deuda a 10 años, el bajo nivel de déficit público permitiría afrontar tipos elevados durante un par de años, además de que actualmente se dispone de mecanismos previos para eludir un rescate.
No obstante, el mencionado texto advierte de que, desde una perspectiva doméstica, cualquier falta de cumplimiento fiscal por parte de las comunidades autónomas o nuevas sorpresas negativas sobre la actividad económica del país, que vendrían acompañadas de más titulares negativos sobre la banca, podrían intensificar la presión de los mercados.
«Asimismo, España podría sufrir por cualquier desarrollo que apuntara a que Europa no avanza hacia la consolidación fiscal», factores entre los que apunta como principal obstáculo que el socialista François Hollande, al imponerse en las pasadas presidenciales francesas, exija, tal como anunció durante la campaña, renegociar el pacto fiscal, lo que, inevitablemente, «generará incertidumbre».
