El Barcelona visita hoy en el frío estadio Luzhniki al Spartak Moscú con la clara intención de ganar y conseguir así matemáticamente el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones y con el recuerdo todavía fresco de la derrota ante el Celtic en Glasgow como aviso, mientras que los rusos necesitan la victoria para seguir vivos.
Sin duda, el tropiezo de la pasada jornada ha dejado este grupo más abierto y con más interés para esta jornada, y es que tanto el Benfica como el cuadro eslavo apuran sus opciones mientras que el Barcelona pugna con el Celtic por la primera posición, que será para los catalanes en caso de victoria y pinchazo de los escoceses.
No obstante, la principal batalla para los ‘culés’ será la temperatura, pues presumiblemente se jugará el partido con cero grados o incluso bajo cero, y que cuenta con césped artificial para evitar su congelación en los largos y duros meses del invierno moscovita.
Con ello se verá afectado el habitual fútbol de toque del equipo de Tito Vilanova, pero sin duda el billete para los octavos de final y el llegar con los deberes hechos al último partido contra un Benfica que podría jugarse la vida en el Camp Nou son motivaciones suficientes para darlo todo y superar cualquier amenaza que puedan presentar los rusos.
El regreso de Sergio Busquets al mediocentro, tras cumplir dos partidos de sanción, es la gran noticia para el conjunto azulgrana, además de la recuperación de Gerard Piqué y Carles Puyol para el eje de la defensa, ya que ambos volvieron a estar juntos en el once inicial en la pasada jornada de Liga en la victoria contra el Zaragoza (3-1) en el Camp Nou.
Sin embargo, siguen los problemas atrás para los catalanes, que encajan más goles de lo habitual en estos últimos años por errores puntuales y por las constantes lesiones, Bartra y Adriano están ahora en la enfermería, pero con el capitán y con Piqué de vuelta esperan dejar atrás este período sin perder el olfato goleador, ya que es verdad que también están marcando más dianas gracias a la inspiración de un Leo Messi totalmente desenfrenado.
Un viejo conocido
En la primera vuelta, los blaugranas superaron al Spartak de Unai Emery con dificultades (3-2) pero confían en que siga el gafe del técnico vasco en sus partidos contra el Barça, ya que pese a arrancar cinco empates no ha conseguido ganar todavía ningún partido, mientras que suma siete derrotas.
También ayudan los referentes en tierras rusas, ya que el bloque español ha acumulado una victoria y cinco empates en sus visitas. En caso de empate, el Barcelona podría sellar su pase con una victoria del Celtic ante el Benfica, lo que dejaría la batalla por ser primero para la última jornada.
Eso sí, la primera derrota en Rusia comportaría el tener que jugarse el pase a los octavos de final en el último cartucho, aunque en tres de los tres escenarios posibles la escuadra de Vilanova seguiría siendo líder. Para el Spartak, que recupera a McGeady, solo vale ganar los dos partidos para seguir en la competición continental.
