El Granada certificó ayer virtualmente su presencia en Primera la próxima temporada gracias al héroe local Ighalo, autor de los dos goles de la victoria ante el Espanyol, en un encuentro en el que los locales fueron mejores que un once ‘perico’ que solo reaccionó en la segunda mitad.
El conjunto de Abel seguirá un año más en el máximo nivel del fútbol español salvo una cruel carambola. El goleador del encuentro, que ya fue el artífice del ascenso la pasada temporada, se confirmó como el gran ídolo del Nuevo Los Cármenes tras hacer dos tantos, el primero de bella factura, que dieron tres puntos de oro a los rojiblancos.
Por su parte, el conjunto barcelonés sigue con un ritmo pobre y tan solo parece que desea que termine una competición que ya no tendrá premio para ellos.
Tras un fuerte comienzo local, los de Pochettino despertaron y se hicieron dueños del partido y del balón, por lo que las ocasiones pasaron a ser visitantes. Sin embargo, cuando mejor estaban los catalanes llegaron los cinco minutos de oro de Ighalo. Primero, en el 29, recortó de forma magistral en el área para abrir el marcador y después, en el 35, hizo el segundo tras rematar de cabeza un centro pasado de Franco Jara.
El Espanyol acusó el golpe y hasta después del descanso no despertó. Fruto de ese dominio llegó el gol visitante y con él los nervios a la afición local, pero el marcador ya no se movió.