“El fraude” (Arbitrage, 2012) es, evidentemente, una película protagonizada por Richard Gere, lo que en algunos casos servirá de atractivo aliciente para muchos potenciales espectadores y en otros, al contrario, propiciará un repudio a priori por parte de quienes no le tragan, ni a él como intérprete ni las películas que suele protagonizar.
Mi posición, si no neutra, se inclinaría más hacia la segunda opción. Sin embargo, pienso que en esta ocasión es conveniente dejar a un lado los prejuicios y considerar que Richard Gere encarna estupendamente al personaje que le cae en suerte y que, pese a su apariencia, no es ni mucho menos una perita en dulce y que, por otra parte, aunque en un papel de menor presencia, pero igualmente importante, aquí está acompañado por Susan Sarandon y Tim Roth y esa es ya harina de otro costal.
Cerremos el capítulo dedicado a la interpretación, reseñando que es buena, totalmente eficiente y en consonancia con cada uno de los apartados técnicos, porque todos los profesionales que intervienen en esta película se muestran impecables en sus respectivos cometidos, logrando un producto muy aparente, técnicamente muy sólido, como buena muestra de la gran industria que radica en Hollywood.
Pero, en mi opinión, lo más sobresaliente de un producto de aire comercial como “El fraude” es que supone el debut como director de Nicholas Jarecki, quien además ha escrito el guión, y ahí radica la diferencia con el resto de las más tópicas y convencionales películas fabricadas como churros en dicho Hollywood.
Y es que Nicholas Jarecki muestra muy buenas maneras como realizador, impropias casi de un debutante, acertando en su eficaz puesta en escena y dándole un ritmo muy apropiado, acertando también con la atmósfera que requiere un thriller como éste, que esconde bajo su lustrosa piel una crítica muy fuerte a la sociedad en que vivimos, causa última de la sangrante crisis que padecemos.
Es el guión, pues, lo que merece mayores elogios, por cuanto está técnicamente muy bien estructurado, atendiendo al lógico devenir de un género como el thriller, con su consecuente trama policíaca, con sus prolegómenos, desarrollo y desenlace, con sus aspectos turbios y todos esos componentes que hacen de “El fraude” una película aparentemente muy comercial.
Y no es que tenga gran trascendencia, pero Jarecki se las ha apañado para meter en ella otros temas, muy pertinentes a estos tiempos que corren, de manera que al final, si se atiende a esa corriente que recorre y va pautando por debajo su línea argumental, se verá un nítido dibujo de una sociedad que ha perdido los valores y, por tanto, el rumbo, lo que nos está llevando a un callejón sin otra salida que la necesaria regeneración de las clases dirigentes.
Quiero decir, así pues, que el gran mérito del debutante Nicholas Jarecki es haber sabido cuidar las formas, entrecruzar muy bien las historias convergentes, pero, sobre todo potenciar el fondo, razonar, ser corrosivo al contraponer dos conceptos como incompatibles: dinero y moral. Su capacidad de sugerencia coloca esta película por encima de muchas otras. Su ejecución, en fin, me parece brillante.
Dirección: Nicholas Jarecki
Producción: Laura Bickford, Kevin Turen, Justin Nappi, Robert Salerno
Guión: Nicholas Jarecki
Fotografía: Yoric Le Saux
Música: Cliff Martínez
Montaje: Douglas Crise
Diseño de producción: Beth Mickle
Interpretación: Richard Gere, Susan Sarandon, Tim Roth, Brit Marling, Laetitia Casta, Nate Parker