La crucial situación por la que atraviesa Grecia, que debe alcanzar un acuerdo en el Parlamento sobre las medidas de reforma que debe aplicar si quiere conseguir el segundo tramo del rescate de la Unión Europea, sigue sin resolverse. Y es que los partidos de la coalición del Gobierno tecnócrata heleno mantienen la incertidumbre sobre si llevarán a cabo la última propuesta lanzada por la troika (formada por la UE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) sobre las condeiciones para el desbloqueo del segundo rescate. Eso sí, desde Atenas aseguraron ayer que responderán al plan hoy por la mañana.
Pese a que la decisión debía haberse tomado ayer mismo, portavoces de las diferentes formaciones (el Partido Socialista Panhelénico, Nueva Democracia y el ultraderechista Alerta Ortodoxa Popular) no alcanzaron un acuerdo, por lo que las negociaciones proseguirán hasta dar una respuesta al organismo internacional. El principal problema radica en conseguir que la deuda pública descienda al 120% del PIB para 2020.
Mientras, los ministros de Finanzas de la eurozona advirtieron a Grecia de que deben ponerse manos a la obra, ya que «si no se aplican» las reformas estructurales ya pactadas, no se podrá activar el segundo rescate ni desarrollar el acuerdo para la reestructuración de la deuda pública en manos privadas.
En un principio estaba previsto que los titulares de Economía de la eurozona se reunieran hoy para cerrar el segundo tramo, que deberá estar en marcha a mediados de marzo para evitar la bancarrota, pero el encuentro fue aplazado debido a las reticencias de Atenas a la hora de implantar las reformas.
El pasado sábado, los ministros mantuvieron una conferencia telefónica para abordar la cuestión. «Hay un mensaje muy claro que ha sido trasladado por todos los participantes a los griegos: basta ya», señaló una fuente conocedora de la reunión. «Hay un gran sentimiento de frustración y están dando largas al asunto», añadió.
Los helenos «deberían coordinar su actuación y empezar a hablar honestamente, con decisión y rápido con la troika sobre los detalles del programa que aún quedan por aplicar sobre las reformas fiscal y del mercado labral».
Los titulares de Finanzas de la eurozona estarían además descontentos con la actitud del responsable de Economía, Evangelos Venizelos, porque consideran que está prestando más atención a su partido con vistas a las elecciones de abril que a las negociaciones sobre la reforma. «Hay un gran sentimiento de frustración sobre Venizelos, muy difícil de pillar porque está muy ocupado en la campaña para dirigir el PASOK (Partido Socialista Panhelénico) y no está disponible para reunirse con los miembros de la troika», aseguró la fuente.
Desde Atenas calificaron este comentario de «ridículo, si no sospechoso» si viene de quien conozca la agenda diaria del ministro y destacan los «esfuerzos superhumanos 24 horas al día» del pequeño grupo que lidera el aludido.
Ajeno a esas acusaciones, el titular de Finanzas heleno destacó que los avances prosiguen, si bien estos son «pequeños», aunque los asuntos cruciales continúan sin resolverse. «La brecha entre un exitoso final y un fracaso que podría ser acccidental o debido a malentendidos, es una línea muy fina», aclaró, para destacar que las negociaciones están «al filo de la navaja».
Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, no descartó la quiebra de Grecia en caso de que Atenas no implemente las reformas acordadas con la troika.
«Sin un nuevo programa de rescate, en marzo las autoridades griegas tendrían que declarar la bancarrota», sentenció.
