El alto el fuego negociado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, que entraría en vigor este martes, se tambalea. El conflicto bélico en Siria se expandió ayer hacia las fronteras turcas y libanesas con combates entre las fuerzas del Gobierno y los rebeldes, donde murió un cámara de la televisión libanesa durante un tiroteo. Por su parte, el diplomático visitará hoy los campamentos de refugiados levantados en el sureste del país para acoger a los miles de civiles que han huido de la violencia desatada.
Según el acuerdo logrado por Annan, el régimen de Damasco debe retirar sus tropas de las ciudades hoy mismo, comenzando así una tregua que debe instaurarse de forma oficial 48 horas después. Lo cierto es que el ministro sirio de Exteriores anunció el pasado domingo que no ordenaría el repliegue de sus efectivos si los rebeldes no entregaban una garantía «por escrito» de que cumplirían el alto el fuego. Además, declaró que Siria no cometería «los mismos errores del pasado», cuando los «terroristas» aprovecharon el repliegue ordenado con motivo de la llegada de los observadores internacionales para «reorganizarse y ampliar su control».
Ante estas declaraciones, el Gobierno francés calificó de «inadmisibles» las nuevas exigencias presentadas por el Gobierno de Bachar al Asad para empezar a aplicar el plan de paz de Annan.
«Después de que el régimen anunciase que aceptaba el plan de paz y propusiese él mismo la fecha del 10 de abril para la retirada de sus tropas y de su armamento pesado, ahora formula nuevas exigencias que no podemos aceptar», declaró el Ministerio galo de Exteriores en un comunicado.
Asimismo, el viceministro de Asuntos Exteriores turco, Naci Koru, afirmó que los últimos ataques del Ejército sirio contra la población civil convierten en «inviable» el alto el fuego.
Por otro lado, Annan viajará esta mañana a los campamentos de refugiados levantados en el sureste del país para acoger a los aproximadamente 24.000 civiles que han huido de la violencia desatada en su nación. En concreto, visitará los campos de la provincia de Hatay antes de continuar su trayecto hacia Teherán para abordar con las autoridades iraníes la crisis siria. Las autoridades han contabilizado 9.089 refugiados en la provincia de Kilis, 8.095 refugiados en la provincia de Hatay, 5.498 en la provincia de Gaziantep y 1.599 en la de Sanliurfa.
El mediador visita los campamentos el día fijado para la retirada del Ejército de los núcleos urbanos. Sin embargo, ante esta perspectiva todavía no ha disminuido la violencia en ningún punto del país. A menos de 24 horas de la tregua comenzaron los enfrentamientos en las fronteras turcas y libanesas, donde dos personas murieron y otras 19 resultaron heridas por los ataques de las fuerzas del régimen, que pretendían repeler la huída de un grupo que intentaba cruzar hacia el país otomano.
Además, el sangriento conflicto provocó el fallecimiento de un cámara de la cadena de televisión libanesa Al Jadeed durante un tiroteo ocurrido cerca de la frontera del Líbano. El incidente se produjo cuando unos soldados dispararon contra un coche en el que viajaban los periodistas, que intentaron explicar, en vano, su trabajo.
