Los 800 centros concertados que hay en Cataluña arrastran un impago de cuatro meses jamás registrado por parte de la Generalitat en los gastos de funcionamiento: mantenimiento, luz o agua, entre otros, según informaron ayer las cuatro patronales de los colegios.
El secretario general adjunto de la Fundación Escuela Cristiana de la región, la más representativa del sector con 400 emplazamientos, Carles Armengol, explicó que el Gobierno autonómico «se ha comprometido a abonar el 31 de diciembre los pagos del mes de agosto», información que fue corroborada por el resto de entidades. Además, cifró esta cantidad en el conjunto de colegios en nueve millones de euros, correspondientes al coste al mes, 36 millones desde agosto, cuyo retraso está situando a muchas escuelas en el «umbral de poderse mantener».
Esta partida, que está entre 6.000 y 9.000 euros por línea al mes, es de pago a mes vencido, pero las dificultades económicas que atraviesa la Generalitat han provocado que se haya ido demorando durante el último año hasta llegar a los cuatro meses de retraso.
Soluciones
Para paliar esta falta de ingresos, el centenar de centros de la Agrupación Escolar Catalana (AEC) «están solicitando créditos a diversos bancos, aprovechando su tesorería o posponiendo pagos a proveedores», indicó la secretaria general del organismo, Eva Salvà.
También las escuelas cristianas han optado por el crédito bancario o bien por ayudarse de las instituciones que tienen detrás, aunque Armengol advirtió de que si la situación se alarga «se podrían aplazar sueldos del personal no docente» que depende de los mismos centros, mientras que el resto de profesorado «no corre este peligro porque dependen del Gobierno regional».
Por su parte, el secretario técnico de la Federación Catalana de Centros de Enseñanza, Agustí Guillén, apuntó que la situación económica de los colegios es «complicada», no solo por el retraso de la administración, sino porque han incrementado, alrededor de un 20 por ciento, los impagos de las cuotas que abonan las familias por las actividades complementarias.
La radiografía es la misma en las escuelas del AEC y de la Confederación de Centros Autónomos de Enseñanza de Cataluña (ACAE), que han visto «doblarse o triplicarse» el número de morosos.
«La falta de ingresos de las familias y el paro», explicó Guillén, «también ha provocado un descenso de los niños que utilizan el comedor, las actividades extraescolares y la acogida matinal», como ocurre en los centros de las cuatro patronales.
El presidente de ACAE, Carlos Camí, desatacó que uno de sus miembros, la Escuela Menéndez Pidal del barrio de la Vall d’Hebron de Barcelona, tuvo que cerrar sus puertas el curso pasado por «falta de viabilidad», y la Escuela Laia del barrio de San Andres eliminó la Secundaria de su oferta académica.
De esta forma, el pasado miércoles profesores de los enclaves concertados se manifestaron en la barcelona contra los recortes del sueldo y de la paga extra de Navidad ,que ronda los 2.000 euros.
A esto se suma que la reducción de unidades de concierto y el incremento de ratios, impulsada por la Conselleria de Enseñanza para este curso también provocó que algunos empleados perdieran su puesto de trabajo o vieran reducida su jornada laboral.
