Las flores simbolizan los deseos y esperanzas de los gitanos segovianos que quieren seguir mejorando en el mundo del empleo, la educación, la vivienda y la igualdad, según destacó Enrique Jiménez Lobado, representante de la Asociación Ou’Jaripén, “Esperanza”.
La Asociación Ou’Jaripén, “Esperanza”, es un colectivo que ha iniciado su actividad en Segovia con el fin de preservar la identidad de la cultura gitana e impulsar una integración responsable y respetuosa de los más de 1.200 segovianos de etnia gitana que hay en la provincia. Su constitución es “un nuevo paso de normalidad, de mejora, de unión”, señaló ayer Enrique Jiménez. Tanto el portavoz Ou’Jaripén como el coordinador de la Fundación Secretariado Gitano (FSG), Luis Martínez Cuadrado, aseguraron que la brecha que separa la realidad de la comunidad gitana y la del resto de ciudadanos “sigue siendo muy grande”, pero también remarcaron que cada día se dan pasos “para encontrarnos”.
Estas manifestaciones se realizaron durante la “ceremonia del río” organizada para conmemorar el Día Internacional del Pueblo Gitano, que si bien fue el pasado domingo 8 de abril, en Segovia esta comunidad decidió celebrarlo ayer martes para difundir mejor sus objetivos.
A la celebración asistió el alcalde, Pedro Arahuetes, así como representantes de la Delegación Territorial de la Junta y de la Subdelegación del Gobierno. Pedro Arahuetes, —que habló en nombre de los representantes de las distintas instituciones, dado que el frío de la mañana empujó a reducir los discursos—, animó a los presentes a mantener su cultura y tradiciones, a la par que asumen su responsabilidad de encontrar un puesto en la sociedad.
Los portavoces de la comunidad gitana pusieron de manifiesto los avances sociales alcanzados, especialmente en el ámbito de la vivienda. “2012 es el primer año en que todos los gitanos de Segovia celebramos nuestro día bajo un techo digno”, remarcó Enrique Jiménez haciendo alusión a la desaparición de las chabolas en la capital y al realojo de las familias que las ocupaban. También insistieron en los progresos hechos en el mundo de la educación, procurando la escolarización de los menores. Los portavoces gitanos reconocieron que su apuesta por una integración responsable pasa por conseguir que todos los escolares acaben los estudios obligatorios y “se esfuercen por querer saber más; porque estudiar también es trabajar y trabajar es vivir con normalidad”.
Los gitanos de Segovia también quieren enseñar y compartir con sus vecinos “nuestra forma de entender la vida, y los valores que nos enseñaron nuestros padres: la importancia de la familia, el respeto por los mayores, el deber de asistir a los enfermos y necesitados, o el respeto por los difuntos”. En la mañana de fiesta se dio cuenta de actividades realizadas el último año, como las sesiones de preparación del carné de conducir, visitas a monumentos… “e incluso hemos ido a ver el mar” exclamó Jiménez.
Con las canciones interpretadas por un grupo de niños de la Asociación Ou’Jaripén y la degustación del postre “Brazo gitano” terminó la “Ceremonia del río”.