La cámara municipal fue hoy una ferretería. Gobierno y oposición sacaron los cuchillos en una sesión bronca cargada de navajazos dialécticos. “En mayo vuelve el calor”, apuntó en un momento del debate el portavoz socialista, Juan Cruz Aragoneses, en clara alusión al regreso de la crispación entre las dos fuerzas políticas, que fue in crescendo a lo largo de las más de cinco horas de la sesión. Y también hubo tijeras, por el recorte de salarios para concejales liberados, grupos políticos y funcionarios.
El PP vio frustrada su propuesta de una rebaja lineal en el sueldo de los liberados y gerentes de un 10% y de que la rebaja no afectara a las dietas por asistencia a plenos y comisiones. El Gobierno municipal aprobó el recorte de acuerdo con las recomendaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El alcalde, Pedro Arahuetes, que presumió de “transparencia”, recordó que su sueldo bruto era de 62.448 euros,y que su salario, al igual que el resto de concejales del equipo de Gobierno, había estado congelado los tres últimos años. Arahuetes se rebajará el sueldo un 8%, al igual que Aragoneses, mientras que el resto de ediles “liberados” verán mermado su salario en un 6%.
El pleno más largo del actual mandato municipal dejó varias perlas. Como la “pedorreta” que hizo Arahuetes emulando al gesto que habían hecho los consejeros del PP en Caja Segovia a la Junta de Castilla y León al rechazar la integración en Banca Cívica. Mención aparte merece el comentario de Aragoneses, quien llegó a calificar a la edil del PP, Susana Moreno, como “la enemiga de los niños”, en alusión a que los populares rechazaban la venta de dos parcelas municipales con cuyos ingresos, entre otras actuaciones, el Ayuntamiento financiará la construcción de una guardería en San Lorenzo.