El Valencia solventó ayer su eliminatoria de dieciseisavos de la Europa League tras imponerse al Stoke City en el partido de vuelta jugado en Mestalla, en un duelo sin brillo alguno, en el que los de Unai Emery se limitaron a cumplir el trámite ante un rival menor que basó todo en el músculo y el aspecto físico del juego.
Sin tiempo para que los aficionados levantinos se acomodasen en sus asientos, la gran novedad de la alineación del técnico vasco, Dani Parejo, estampó en el travesaño un tiro de libre directo situado en la frontal del área. La sensación de peligro que generó dicha acción, se diluyó con 15 minutos de juego anodino y exacerbadamente lento.
Pasividad que concluyó cuando Jones obligó al meta local, Guaita, a intervenir para evitar un gol cantado y, especialmente, cuando Jonas perforó las mallas de Sorensen a placer, tras una buena internada de Pablo Hernández en la que el extremo se fue de su par. De ahí al tiempo de descanso, los ‘ches’ adolecieron de falta de criterio con el balón y se limitaron a defenderse y a neutralizar las escasas escaramuzas ofensivas del Stoke City.
De vuelta al terreno de juego tras el paso por la caseta, apenas cambió el guión. Los británicos tenían sus mejores bazas en el clásico pelotazo y en los saques de banda ‘kilométricos’ de Delap. Mientras que los valencianistas tampoco eran capaces de trenzar jugada alguna, mermados por la reciente lesión de Banega y el desfonde físico de Dani Parejo.
La entrada de Soldado por Jonas agudizó los males de los de Emery en la medular, aunque es cierto que añadió algo de mordiente al ataque local. Si bien, de poco sirvió, puesto que en la ocasión manifiesta de la que gozó el delantero, solo ante el portero, la tiró al ‘muñeco’. De ahí al final, el partido se enfrascó en un carrusel de tánganas y amonestaciones.
Finalmente, el Valencia hizo valer el golazo que Mehmet Topal anotó en la ida y que allanó la clasificación para los octavos de final, donde los levantinos tendrán que mejorar mucho su imagen, si quieren ser competitivos ante un rival de mayor enjundia como el PSV Eindhoven holandés, que llega tras endosarle un 6-2 en el global de la eliminatoria al Trabzonspor.
