Pese a la suspensión de por vida impuesta al exciclista Lance Armstrong por dopaje, las donaciones a la fundación de lucha contra el cáncer que dirige aumentaron inesperadamente y los principales patrocinadores del texano se mantienen fieles.
Así lo aseguró ayer el director general de la fundación Livestrong, Doug Ulman, a la emisora de televisión ESPN: «Fue abrumador. Los numerosos correos electrónicos, llamadas y mensajes para colaborar nos han dejado simplemente sin palabras».
El año pasado, la institución recaudó 51 millones de dólares. Su objetivo es el apoyo a las personas con cáncer, enfermedad que superó Armstrong, al que la Agencia Antidoping de Estados Unidos (Usada) le retiró todos sus triunfos desde 1998, incluida su cifra récord de siete Tours de France.
Asimismo, varias empresas anunciaron también que desean seguir colaborando con Lance Armstrong, entre ellos la conocida firma Nike y la cervecera Anheuser-Busch. En un comunicado, la compañía de artículos deportivos destacó que el estadounidense «ha reiterado su inocencia y se ha mantenido firme». La entidad inventó la pulsera amarilla, símbolo de la fundación contra el cáncer de Armstrong, de la que se han vendido 84 millones en todo el mundo.
Mientras, el manager del deportista, Bill Stapleton, se mostró convencido de que su cliente seguirá siendo un buen «producto».
Por otro lado, el exciclista alemán Jan Ullrich subrayó ayer que no desea los triunfos del Tour de Francia que podrían corresponderle si finalmente la Unión Ciclista Internacional (UCI) le retira las victorias al estadounidense.
«Aquellos años Lance fue simplemente mejor que yo. Lo acepto», explicó el germano.
