El Real Madrid, herido y golpeado tras su nueva derrota ante el Barcelona, afronta hoy ante el Athletic Club una complicada prueba en la que tendrá que hacer frente no solo a un rival que llega en su mejor momento de juego y resultados, sino también someterse al referéndum de su público.
Tras tener que abandonar el césped del Bernabéu, una vez más, derrotado después de perder un clásico, el equipo blanco volverá a pisar su terreno con la necesidad de mudar la sensación de decepción y derrota de su parroquia.
El 1-2 cosechado ante el eterno rival no solo ha supuesto una gran complicación en el camino para revalidar el título copero. Tampoco ha sido únicamente el hecho de romper una racha positiva de triunfos. Sino que, sobre todo, ha hecho daño al madridismo por la forma y la reiteración.
La racha de 22 victorias en 23 partidos es ya de 22 en 24 y, en ambos casos, por derrota frente a los hombres de Pep Guardiola, lo que ha dejado una sensación de impotencia en el aficionado ‘merengue’, que aguarda con ilusión cada cita ante los azulgrana para acabar casi siempre desilusionado.
Así, Mourinho deberá hacer un esfuerzo extra para volver a enchufar a sus futbolistas y convencerles de su idea de que «la prioridad» es la Liga, donde se aferran a su ventaja de cinco puntos sobre el Barcelona. Un colchón importante, pero que puede desinflarse si se distraen en lamentos y no se centran en seguir sumando.
El choque también será una prueba para Pepe, que se ha convertido en el ‘punching ball’ de todo el planeta. El luso volvió a mostrar su versión más desagradable, e incluso muchos hinchas se han puesto en su contra.
Para el encuentro, que será el número 600 del meta Íker Casillas, Mourinho recupera al sancionado Arbeloa, pero mantiene las bajas de los lesionados Khedira y Di María,. Se quedan fuera de la lista por decisión técnica Sahin, que parece que no cuenta para el portugués y el central Carvalho, del que sorprende su ausencia tras ser titular ante el Barcelona.
Y, además de todo, el Real Madrid tendrá enfrente a un Athletic de Bilbao que es quinto y atraviesa su mejor momento tras haber ido puliendo errores en los últimos partidos y con una racha espectacular en el nuevo año, en el que todavía no ha encajado ningún tanto en cinco partidos.
La seguidilla se eleva a seis encuentros, contando con el último de 2011 en la Copa del Rey ante el Oviedo (1-0), pero la mejor noticia para los de Marcelo Bielsa es que, en los últimos duelos, a la mejoría defensiva se ha unido la llegada del esperado acierto en ataque.
La recuperación de Fernando Llorente ha sido un gran revulsivo para la escuadra vasca, que en la competición doméstica no pierde desde hace dos meses (0-1 ante el Granada el 27 de noviembre) y que desde entonces solo ha caído en el intrascendente duelo europeo ante el Paris Saint Germain.
De esta forma, a los resultados positivos se ha añadido el buen juego, por lo que los rojiblancos viajan con el deseo de asaltar el Bernabéu y seguir asentado en la zona europea y con el deseo de acercarse a los puestos de Champions, que tienen a cuatro puntos.
Además, el equipo tratará de romper los malos registros ligueros en el feudo de la Castellana, donde no gana desde febrero de 2005 (0-2) y ha encajado seis derrotas consecutivas.
