Rafa Nadal anunció ayer que no jugará en el Abierto de Australia, primer ‘Grande’ de la temporada y que ya ganó en el año 2009, después de no recuperarse de la infección gastrointestinal que le ha impedido continuar con su proceso de recuperación, tras la lesión de rodilla de este verano y que le impediría llegar en las mejores condiciones y con algo de competición a la cita de Melbourne.
«Mi rodilla está bastante mejor, y el proceso de recuperación ha ido según lo previsto por los médicos, pero este proceso vírico ha hecho que no pudiera entrenar esta última semana y en los próximos días y por tanto, muy a mi pesar no podré reaparecer en el momento que habíamos previsto», señaló el vigente ‘número cuatro’ del mundo.
El balear tenía previsto volver a la actividad en el Mubadala World Tennis Championship, torneo de exhibición que se está disputando estos días en Abu Dhabi, y donde parecía que pondría fin a una baja de seis meses por sus problemas en la articulación, que le apartaron de la competición tras perder en la segunda ronda de Wimbledon ante el checo Lukas Rosol.
Sin embargo, la infección estocamal le hizo renunciar al torneo en los Emiratos Árabes Unidos, y las dudas sobre si podría estar en su siguiente cita programada para su retorno, en Doha, empezaron a acrecentarse. Ahora, los peores augurios se confirmaron el ‘exnúmero uno’ del mundo se perderá una nueva cita de nivel tras no poder acudir a los Juegos Olímpicos y perderse el US Open y la Copa de Maestros.
Nadal reiteró que su deseo es volver cuando esté al cien por cien. «Tal y como he dicho siempre, mi vuelta al circuito se producirá cuando me encuentre en las mejores condiciones», reiteró.
