A las seis de la tarde, las campanas del santuario de las Peñas Grajeras tañían jubilosas para saludar el regreso de la imagen de la Virgen de la Fuencisla a su hogar, seis meses después de abandonarlo para recibir los cuidados del equipo de profesionales del Centro de Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León y volver «curada y embellecida» a Segovia tras su restauración.
En un sencillo acto, cerca de un millar de personas fueron testigos del ansiado regreso de la patrona de Segovia, que ha pasado los últimos seis meses de este año en las manos del equipo de restauradores de Simancas (Valladolid), que han llevado a cabo un minucioso proceso de restauración de la talla tras el robo sacrílego de las joyas que le adornaban cometido el pasado 20 de enero y que causó importantes desperfectos en su estructura. Tampoco las autoridades locales y provinciales quisieron faltar en este recibimiento, con el alcalde Pedro Arahuetes a la cabeza, junto a varios integrantes del equipo de Gobierno y el portavoz popular en el Ayuntamiento Jesús Postigo, el presidente de la Diputación Francisco Vázquez, el delegado territorial de la Junta, Javier López Escobar, el senador del PP Javier Santamaría y los procuradores Juan Ramón Represa y Paloma Sanz entre otras personalidades.
Portada por las camareras de la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Fuencisla en unas andas, la Virgen de la Fuencisla salió del templo para instalarse en un estrado preparado sobre la escalinata de la fachada principal del santuario, y recibida por los segovianos por una atronadora ovación acompañada por vítores dedicados a la patrona.
La imagen lucía las coronas de la Virgen y el Niño que le fueron arrebatadas en el robo, que en su día fueron ya restauradas por un taller de orfebrería segoviano, así como un pequeño manto de terciopelo azul confeccionado por los restauradores para ocultar la parte trasera de la imagen.
Una vez instalada, la Alcaldesa de las Fiestas de Segovia; Laura Estévez y las damas representantes de los barrios de la capital depositaron a sus pies un ramo de flores, y el Grupo de Danzas «La Esteva» interpretó ante La Fuencisla la «Entradilla» a los sones de la dulzaina y el tamboril. Tras cantar el himno a la patrona de Segovia, la imagen regresó al santuario, donde fue colocada en el presbiterio del altar mayor sobre un pequeño pedestal, flanqueada por los Jóvenes de Honor del Santuario.
Agradecimientos
Junto a la virgen, el obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro tomó la palabra para agradecer el trabajo de los restauradores que han hecho posible la recuperación de la imagen, y aseguró que su tarea trascendió el carácter profesional para poner «manos, ojos y corazón en esta talla que hoy más que nunca recuerda a la que está en el cielo». Monseñor Rubio destacó también la masiva presencia de segovianos que «con sus gestos y sus miradas dejan claro el amor a la virgen y la alegría por el reencuentro después de tanto tiempo alejados físicamente de ella».
Posteriormente fue el turno del director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Enrique Sáiz, que quiso acompañar a la directora del Centro de Restauración de Simancas, Milagros Burón y a la restauradora Cristina Gómez en la entrega de la imagen. Sáiz subrayó que tras el trabajo realizado en la talla «hoy conocemos a La Fuencisla mejor que nunca, porque ha estado en el mejor de los hospitales para ser curada de sus heridas, y la restauración ha hecho posible contar con una amplia documentación para intervenciones futuras». Asimismo, señaló que después de hechos tan traumáticos como el derrumbe del roquedo que destruyó la Casa Rectoral o el robo de las joyas, «se ha demostrado que la Virgen cambia las penas por alegrías, como hoy ha quedado demostrado con este acto».
