Los orígenes de las tunas no están claramente determinados. Para algunos, sus raíces se encuentran en los antiguos Sopistas y pícaros de antaño (siglos XV o XVI); para otros se encuentran en los propios continuadores de la tradición goliarda: los estudiantes pobres (siglos XIII), que se valían de sus habilidades musicales para cubrirse sus estudios y sus necesidades. En pleno siglo XXI aún se mantienen estos grupos de universitarios, o que en su día lo fueron, y un ejemplo de ellos ha inundado Segovia este fin de semana, para llenar las calles con su colorido y repertorio musical, con el popular “Clavelitos” a la cabeza.
Segovia es este fin de semana sede del XXVII Certamen Nacional de Tunas de Magisterio, y la de la capital anfitriona de las tunas de Ávila, Burgos, Cáceres, Castellón, Málaga, Murcia, Santander y Sevilla. Alrededor de 150 tunos se han concentrado estos días para ofrecer lo mejor de su espectáculo, como son las tradicionales rondas y los pasacalles.
