La tremenda decepción que supuso en las filas de la Gimnástica Segoviana la derrota (con remontada incluida) en el campo de la Real Sociedad B se mitigó en parte en la jornada de ayer, tras los resultados que se produjeron en la jornada vigésimo quinta de la competición, que han vuelto a dejar con vida al conjunto azulgrana.
La derrota de la Arandina y el empate del Palencia en el campo de la Gimnástica de Torrelavega han puesto la plaza de promoción a seis puntos de la Segoviana, mientras que la permanencia matemática queda a siete, por lo que nada se ha perdido aún, pese a que el mundo se les cayera encima (y con razón) a los jugadores gimnásticos y a sus seguidores tras el 4-3 de Zubieta.
Evidentemente, lo sucedido durante la semana anterior al partido ante la Real B no permitió que la Segoviana afrontara el encuentro del pasado sábado con la mejor mentalidad. Pese a ello, el equipo azulgrana logró colocarse con una ventaja clara, pero no defendió bien las acciones a balón parado precisamente ante un rival que no destaca precisamente por la altura de sus jugadores.
Si hay que quedarse con el aspecto positivo del partido, es reseñable el hecho de que el equipo de Paco Maroto consiguiera marcar tres goles. Todo lo demás puede apuntarse en el lado negativo, desde encajar un gol en los primeros minutos, a recibir tres en un cuarto de hora, algo que a la Segoviana sólo le había sucedido en Aranda, con el 5-0 de infausto recuerdo frente a la Arandina.
Restan trece jornadas para el final de la Liga, y salvo para Burgos y Lemona, demasiado lejos en la tabla, nada está escrito con respecto a los descensos. Cierto es que la Segoviana está a seis puntos del primero de los objetivos, evitar el descenso directo, pero teniendo en cuenta que aún quedan 39 puntos por disputarse, parece demasiado precipitado desahuciar al conjunto gimnástico, que en la jornada de hoy comenzará a trabajar para preparar el encuentro que el próximo domingo le medirá al Real Unión de Irún.
