El mundo del cine llora la muerte de uno de los cineastas más taquilleros de este último siglo. La carrera como director de Tony Scott comenzó en la década de los 80 y, pese a que nunca recibió grandes alabanzas de los críticos, sabía cómo llenar las salas de cine y conseguir un gran número de seguidores. Además, tenía la habilidad para encumbrar con su cine a actores, a la vez que creaba imágenes en el imaginario colectivo de muchos de los espectadores de sus películas.
El cineasta británico, de 68 años, famoso por títulos como Top Gun y True romance, se suicidó el pasado domingo en Los Ángeles tirándose desde un puente, según informaron ayer los medios estadounidenses. Estas mismas fuentes aseguraron que el director tomó la drástica decisión de acabar con su vida, después de que le diagnosticasen recientemente un tumor cerebral inoperable.
De acuerdo con la versión de los testigos, alrededor del mediodía del domingo (nueve de la noche en España), el hermano del también cineasta Ridley Scott, aparcó su coche en el viaducto Vincent Thomas y saltó al agua. Apenas tres horas después, las fuerzas de seguridad recuperaron su cuerpo en el puerto, de acuerdo con el teniente Joe Bale, de la Oficina del Forense del Condado de Los Ángeles.
El policía explicó que, a pesar de que la autopsia aún no se había realizado, no había ningún indicio que llevara a pensar que el director de cine no se hubiera suicidado. Tras la realización de las pruebas médicas, se podrá confirmar si el cáncer fue lo que motivó que el director se quitara la vida.
Según informó Los Angeles Times, el cineasta y productor dejó una nota con información de contacto en su coche y, después, fue hallada una carta de despedida en su oficina. No obstante, esta información no fue confirmada por las fuentes policiales.
Tony Scott nació en el seno de una familia de clase obrera en el norte de Inglaterra. Debutó en el cine de adolescente, como actor, al participar en el cortometraje de su hermano Ridley Boy and bicicle, y comenzó su propia carrera tras las cámaras como director en la década de los 80.
En 1986 saltó a la fama con Top Gun, protagonizada por Tom Cruise y Kelly McGillis. También obtuvo un rotundo éxito de taquilla con la segunda entrega de la comedia policíaca Beverly Hills Cop II (1987) y siguió cosechando alabanzas con el melodrama True romance, con guión del por entonces poco conocido, Quentin Tarantino, realizador de Kill Bill.
Dirigió a Denzel Washington en cinco películas, entre ellas Crimson Tide, Man on fire y Unstoppable. Pese a su éxito de público, nunca logró los halagos de la crítica que sí recibió su hermano Ridley, director de Blade Runner, que fue nominado al Oscar en tres ocasiones.
Participó, también, en proyectos como productor, aunque para muchos fue eclipsado por su mediático familiar, pero lo cierto es que según la base de datos online imdb.com, el menor de los Scott, Tony, tenía en la actualidad en torno a 30 futuros proyectos de cine y televisión.
No obstante, el último trabajo del Tony fue la recientemente estrenada Prometheus, dirigida por Ridley y producida por ambos.
Son muchos, tanto conocidos como anónimos, los que lamentaron la muerte de del cineasta. «No habrá más películas de Tony Scott. Es un día trágico», escribió en Twitter Ron Howard, director de Apolo 13.
«Terribles noticias sobre Tony Scott. Descansa en paz», apuntó el protagonista de El señor de los Anillos Elijah Wood.
Hay multitud de ideas que se pierden cuando fallece un artista, en este caso, muchos proyectos que nunca se rodarán, pero siempre se podrá disfrutar de los largometrajes en los que participó Scott y que perdurarán en el tiempo.
