Su llegada estuvo envuelta en un halo de misterio. Nadie sabía cuándo aterrizaba en San Sebastián la esperadísima Penélope Cruz, que finalmente acudió una hora tarde a su cita con los medios para presentar Volver a nacer en el 60 Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Guapa, sonriente y simpática, la actriz madrileña se esforzó por defender una película que, sin embargo, defraudó a la mayor parte de la crítica. Y es que pese a la expectación que había causado su segunda andadura junto al italiano Sergio Castellitto -ocho años después de la emotiva No te muevas-, Volver a nacer resulta demasiado melodramática.
No obstante, Pe brilla en el papel de la italiana Gemma, una joven que encuentra en Sarajevo al amor de su vida (interpretado por Emile Hirsch, de Hacia rutas salvajes) y, al enterarse de que es estéril, lucha por conseguir ese hijo que la naturaleza no le da.
Lo encontrará de la manera menos inesperada, en medio de una ciudad asediada, cruel y mortífera donde perderá a su marido. 20 años después, regresa con su hijo adolescente a esa capital balcánica cuajada de recuerdos, donde le espera un nuevo viaje a un pasado con muchas sorpresas.
Cruz señaló que el de Gemma es uno de los personajes «más difíciles» que ha interpretado. Además de hablar en italiano, era la primera vez que daba vida a una mujer en dos etapas tan diferentes y le asustaba mucho esa diferencia de edad. Luego, mientras evolucionaba el proyecto, le llegó su propia maternidad, y entendió «de manera mucho más profunda» cómo sería el vacío de esa fémina que no puede tener lo que más desea.
Castellitto, que también interpreta al tercer marido de Gemma, no tuvo más que alabanzas hacia el trabajo de Pe: es una mujer «llena de colores», pero con la capacidad de «ser coloreada» y asumir todos los riesgos, declaró. Y no dudó en compararla con las grandes divas del cine italiano como Claudia Cardinale o Gina Lollobrigida.
Sobre su futuro profesional, Cruz señaló que nunca se ha marchado de España y siempre tiene «un billete de ida y vuelta» con cada uno de sus proyectos en el extranjero. «Siempre me he sentido como una invitada en Hollywood», afirmó sobre sus incursiones en la meca del cine, y declaró que, pese a haber hecho alguna superproducción, sigue identificándose más con el cine independiente.
Preguntada sobre sus próximos trabajos, entre ellos The counselor, de Ridley Scott, en la que también participa su marido el actor Javier Bardem, aclaró que no tiene ninguna escena con su cónyuge.
Crisis
La actriz también aprovechó la rueda de prensa de presentación de Volver a nacer para criticar las decisiones que está adoptando el Gobierno español, sobre todo en materia de Educación, porque dan «mucho miedo». «Es escalofriante», apuntó.
Cruz afirmó, preguntada por la situación de crisis económica, que se trata de una cuestión «delicada» sobre la que intenta responder entendiendo que «cada ciudadano puede dar su opinión», pero con «miedo», porque sus palabras «se han manipulado» a veces.
En todo caso, destacó que se trata de un «tema muy serio y difícil, porque mucha gente lo está pasando muy mal» y en lo que respecta a su gremio opinó que ahora, más que nunca, hay que «unirse» y «encontrar un poco de optimismo» para seguir adelante.
En cuanto a la actuación del Gobierno del PP, Cruz se mostró muy crítica con las medidas que se están adoptando, especialmente en materia educativa, «es uno de los puntos más graves».
«El tema de la Educación es para tirarse de los pelos», señaló. La actriz, ganadora de un Oscar, reflexionó sobre la importancia de esta materia que es «sinónimo de libertad». «Sin eso no hay nada», subrayó la de Alcobendas.
Por otro lado, manifestó su intención de seguir trabajando en España «todo lo que pueda» y afirmó que «nunca» se ha ido del todo de su país.
