Alejandro Alcalde reconoció ayer a Sor María Gómez Valbuena como la persona que le consiguió a su hija en octubre de 1982 bajo la argumentación de que su madre no tenía dinero para su manutención, y aseguró que no pagó por la adopción, sino que sufragó los gastos de manutención y hospitalarios, ya que la niña estuvo 60 días en la incubadora.
El padre de Pilar aseguró que la monja le advirtió de que la niña estaba «malita» y le ofreció la posibilidad de entregarle otro bebé, algo a lo que se opuso. Según Alejandro, Sor María cumplió con sus obligaciones «por aquel entonces», puesto que era una «asistente social de una maternidad».
Durante años, Alejandro iba «muy orgulloso» al convento de las hermanas de la Caridad para que la religiosa pudiese ver a la pequeña. Pero la buena relación terminó cuando la niña quiso encontrar a su madre.
El padre, afirmó que rompió la relación con la monja después de que ésta le comentara que la madre natural no quiso dar sus datos cuando le entregó a la menor y que desconocía su paradero. «He estado luchando más de 15 años para que mi hija encontrara sus orígenes. He luchado por el amor a mi pequeña», recalcó.
Asimismo, expresó que está muy contento porque ve a su hija feliz y espera que esto se acabe «cuanto antes». «Yo lo que pido es justicia para el que sea», apostilló.
Por su parte, la madre adoptiva de Pilar aseguró ante el juez Adolfo Carretero que no reconoce su firma en varios de los documentos del proceso de adopción.
Juanita acudió a los Juzgados de Instrucción junto a su exmarido, Alejandro Alcalde, para declarar como testigos en el proceso abierto contra Sor María, a quien se le acusa de detención ilegal y falsedad documental por la implicación en la desaparición de Pilar.
Así, los padres adoptivos desfilaron ante el magistrado después de que, el pasado jueves, la religiosa se negara a declarar, si bien defendió su inocencia en una carta abierta a la opinión pública. La denuncia en la que le investiga Carretero, dentro de la causa general de los niños robados, es el caso de una madre que dio a luz a su hija en marzo de 1982 en la clínica Santa Cristina (Madrid).
La citación de Juanita y Alejandro se ha producido a instancias del juez para comprobar si tenían conocimiento de que María Luisa Torres, la madre natural de Pilar, quería desprenderse de su hija al nacer y darla en adopción, un extremo que negó la propia María Luisa ante el magistrado.
